¿En qué consiste?
La fibromialgia (llamada también fibro o FM) es un síndrome asociado al dolor crónico generalizado, sensibilidad al tacto, fatiga y problemas de memoria. Las personas con fibromialgia padecen dolor muscular, duermen mal, con frecuencia tienen rigidez al despertar o cuando se mueven después de haber estado sentados durante mucho tiempo. La intensidad y localización del dolor y el grado de fatiga pueden variar de un día a otro, incluso empeorar en las situaciones en que se realiza un exceso de ejercicio o por tener estrés.
La fibromialgia afecta a más de 5 millones de americanos mayores de 18 años. Entre un 75 y un 90% de las personas afectadas son mujeres, pero también puede afectar a los hombres y niños. Las personas que tienen determinadas enfermedades que afectan a los músculos, huesos y articulaciones (enfermedades reumáticas) como artritis y lupus pueden tener un riesgo mayor de padecer la fibromialgia.
En España, el estudio EPISER2016 evaluó una población de 4.916 personas mayores de 20 años. Se estimó una prevalencia de la enfermedad de un 2,45%, con mayor afectación en el sexo femenino, situando el pico de mayor prevalencia en el rango de edad de 60-69 años, y con un 68% de frecuencia aumentada en la población obesa. Sin embargo, las cifras en España son comparables a las europeas, no observando cambios en la prevalencia de la enfermedad entre los años 2000 y 2016.
El dolor, la fatiga y otros muchos síntomas asociados a la fibromialgia pueden afectar a la calidad de vida e interferir con la capacidad de realizar tus actividades laborales y domésticas. La enfermedad te puede hacer pensar que tienes mala salud, pero no causa inflamación o un daño visible en los músculos, articulaciones y órganos. El dolor y los síntomas van y vienen de manera arbitraria, produciendo incertidumbre y frustración. En algunas personas la fibromialgia se asocia a cierto grado de depresión, pero no es la causa de la enfermedad; la prevalencia de la depresión es la misma que en cualquier otra enfermedad crónica.
Los médicos pueden realizar el diagnóstico de fibromialgia considerando los criterios del American College of Rheumatology (ACR). Para tener más información se puede consultar el apartado de pruebas en el contenido relacionado, al final de este artículo. Se necesitan más investigaciones para comprender la razón por la que el dolor se procesa más en el cerebro y en la médula espinal que en los receptores del dolor del resto del organismo. Estas investigaciones podrían conseguir que en el futuro se encontraran nuevos métodos diagnósticos de la enfermedad.
Acerca de la fibromialgia
Causas
No se ha identificado una causa única que provoque la fibromialgia, pero se piensa que las causas son de origen genético y ambiental.
- Algunos factores pueden desencadenar la enfermedad en las personas que tienen una predisposición a padecerla.
- Algunas familias tienen una mayor incidencia de desarrollar la enfermedad.
Algunos casos parecen comenzar después de tener un trauma físico, una infección, estrés emocional o una enfermedad grave, mientras que otros surgen sin ningún desencadenante aparente.
La fibromialgia no está causada por la inflamación y no es una enfermedad autoinmune, muscular o de las articulaciones.
Algunos científicos creen que la fibromialgia es una enfermedad que afecta al sistema nervioso (neurológica). En algunos estudios se ha observado que el cerebro de los pacientes con fibromialgia no procesa el dolor del mismo modo que los que no tienen la enfermedad. Hay un aumento anormal en el cerebro de las sustancias químicas que desencadenan el dolor. Se cree que la estimulación repetida del nervio por el aumento de estas sustancias químicas hace cambiar al cerebro, de manera que se vuelve más sensible a la señal del dolor.
Signos y síntomas
Los síntomas de la fibromialgia típicamente se intensifican o estallan periódicamente, de manera imprevisible. Puede ser que un día puedas dar un paseo estimulante, pero al día siguiente el paseo sea insoportable y doloroso. Los síntomas pueden fácilmente aliviarse durante días, o incluso desaparecer durante días, meses o incluso más tiempo, para volver a reaparecer más tarde.
Hay una gran variedad de signos y síntomas asociados a la fibromialgia, pero esta enfermedad casi siempre empieza así:
- Dolor crónico que se extiende (el dolor afecta a todo el cuerpo).
- Dolor en áreas específicas llamadas "puntos sensibles".
- Cansancio extremo (fatiga) que no mejora con el descanso o el sueño.
- Dificultad para dormir.
- Dificultad para concentrarse, lapsus de memoria.
Otros síntomas frecuentes incluyen:
- Rigidez muscular, especialmente por la mañana y después de estar sentado durante un período de tiempo prolongado.
- Depresión y ansiedad (pueden coexistir).
- Dolores de cabeza, incluyendo migrañas.
- Menstruaciones dolorosas.
- Adormecimiento y hormigueo de manos y pies.
- Síndrome de intestino irritable (SII), que produce dolor, diarrea y estreñimiento.
- Problemas de ánimo.
- Fatiga muscular, con sacudidas o calambres.
- Síndrome de las piernas inquietas.
- Incapacidad para tolerar el calor o el frío.
- Sensibilidad a los ruidos fuertes o a las luces brillantes.
La fibromialgia puede coexistir con muchas otras enfermedades crónicas como el síndrome de fatiga crónica, la artritis reumatoide, la osteoartritis, la espondilitis anquilosante, el síndrome de Sjögren, las enfermedades tiroideas, la esclerosis múltiple y el lupus. Los síntomas de estas enfermedades pueden mezclarse con los asociados a la fibromialgia, dificultando el diagnóstico.
Pruebas relacionadas
La fibromialgia se diagnostica a través de la historia clínica del paciente, descartando otras enfermedades que puedan parecer o exacerbar la fibromialgia y utilizando los criterios diagnósticos establecidos por el ACR. Estos criterios evalúan la localización y gravedad del dolor. También se consideran los síntomas y la apreciación de cómo se siente el paciente. Para ayudar a conseguir un diagnóstico, el médico:
Preguntará si has tenido dolor y síntomas en áreas específicas la semana pasada y el nivel de gravedad de estos síntomas:
- Fatiga.
- Despertarte como si no hubieras descansado.
- Problemas cognitivos (de memoria o de pensamiento).
El médico también puede preguntar acerca de otros síntomas físicos generales.
Además, el médico preguntará si el dolor se ha extendido, al menos durante 3 meses y determinará si el paciente tiene otra enfermedad que pudiera explicar el dolor.
Pruebas de laboratorio
No existen pruebas de laboratorio ampliamente aceptadas para diagnosticar la fibromialgia. Sin embargo, ciertas pruebas de laboratorio pueden ser útiles para ayudar a diagnosticar otras enfermedades que tienen síntomas parecidos a la fibromialgia, como la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren, las enfermedades tiroideas y el lupus. Habitualmente, no es coste efectivo ni necesario realizar un cribado extenso. Las pruebas que se solicitan para realizar el diagnóstico de fibromialgia son:
- Perfil metabólico completo: para medir los electrolitos, proteínas, función hepática y renal, calcio y glucosa.
- Hemograma: para detectar si existe anemia, como una posible causa de la debilidad y la fatiga.
- Tirotropina (TSH) y/o otras pruebas tiroideas, porque el hipotiroidismo puede tener síntomas similares a la fibromialgia.
- Anticuerpos antinucleares (ANA): para diagnosticar las enfermedades autoinmunes, como el lupus o el síndrome de Sjögren.
- Creatina quinasa (CK): para descartar otras enfermedades que puedan producir dolor o debilidad muscular.
- Proteína C reactiva (PCR): para detectar la inflamación.
- Anticuerpo antipéptido cíclico citrulinado (anti-CCP): el anticuerpo está presente en los pacientes que padecen artritis reumatoide.
- Factor reumatoide: los valores elevados se asocian con frecuencia a la artritis reumatoide.
Mientras tanto, los investigadores continúan buscando pruebas nuevas que puedan ser más específicas para diagnosticar la fibromialgia, incluyendo identificar los biomarcadores que son únicos en las personas con fibromialgia.
Otras pruebas diagnósticas que no son de laboratorio
La electromiografía (EMG) se puede utilizar para verificar y evaluar la salud de los músculos y los nervios que los controlan. Si desea obtener más información, puede acceder a este enlace electromiografía.
En alguna ocasión pueden solicitarse las pruebas de imagen, como por ejemplo, una resonancia magnética nuclear (RM) para descartar alguna enfermedad que curse con síntomas similares a los de la fibromialgia, como la esclerosis múltiple.
Tratamiento
Actualmente no existe un tratamiento para curar la fibromialgia. Son pocos los pacientes que alcanzan una remisión completa de los síntomas, aunque la mayoría aprenden a vivir con la enfermedad. La fibromialgia no es incapacitante en sí misma y no reduce la esperanza de vida de los afectados. El tratamiento lo puede realizar un equipo de profesionales, que incluye un médico general y un fisioterapeuta, e incluirá cambios en el estilo de vida y medicamentos para aliviar los síntomas.
- Para aquellos pacientes que lo puedan tolerar, se recomienda mucho que realicen una pauta de ejercicio físico suave. El ejercicio aeróbico regular y los estiramientos pueden ayudar a mantener una buena forma física muscular, mejorar el sueño y disminuir el dolor y la rigidez. Hay que tener especial cuidado cuando se empieza a realizar el ejercicio, porque el sobreesfuerzo puede provocar brotes dolorosos.
- Reducir el estrés, la meditación, el yoga y los masajes, así como limitar el consumo de cafeína y alcohol también pueden hacer disminuir los síntomas.
- Dormir lo suficiente, una dieta sana y manejar el estrés pueden mejorar también tu enfermedad.
- La U.S. Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado unos pocos medicamentos para el tratamiento de la fibromialgia. La medicación puede aliviar algunos síntomas, disminuir el dolor y aumentar la calidad del sueño.
Los grupos de apoyo y consejo pueden ayudar al paciente a sobrellevar los impedimentos físicos, psicológicos, económicos y sociales que se derivan de esta enfermedad.
En Barcelona, en el Servicio de Reumatología del Hospital Vall d'Hebron han realizado el estudio 'Fibrowalk', para valorar la efectividad de un tratamiento, basado en educación en la neurociencia del dolor, el ejercicio, la terapia cognitiva conductual y el 'mindfulness'.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Tirotropina (TSH)
Anticuerpos antinucleares (ANA)
Creatina quinasa (CK)
Anticuerpo antipéptido cíclico citrulinado
Estados fisiológicos y enfermedades:
Noticias:
Fibromialgia: nuevos avances en el diagnóstico
Fibromialgia: un misterio sin resolver
En otras webs:
Sociedad Española de Reumatología (SER): Aprendiendo a convivir con la Fibromialgia
Sociedad Española de Reumatología (SER): Recomendaciones SER sobre el manejo de los pacientes con fibromialgia
Sociedad Española de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica (SEFIFAC)
Sociedad Española de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica (SEFIFAC): Listado de asociaciones de pacientes
Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIH): Fibromialgia
American College of Rheumatology (ACR): Fibromialgia
Oficina para la Salud de la Mujer (OASH): Fibromialgia
National Fibromyalgia Association (NFA)
National Fibromyalgia and Chronic Pain Association
The American Fibromyalgia Syndrome Association (AFSA)
Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Fibromyalgia