También conocido como: nódulos tiroideos benignos o indeterminados, bocio multinodular, tiroides aumentado
¿Qué es el tiroides y qué son los nódulos tiroideos?
La glándula tiroides es una glándula en forma de mariposa adosada contra la tráquea en la zona de la garganta. Sintetiza las hormonas llamadas tiroxina libre (T4 libre) y triyodotironina (T3), y ejerce un papel importante sobre el control del metabolismo, circulando por el organismo para indicarles a las células del organismo la rapidez con la que deben usar la energía y producir proteínas. La glándula tiroides también sintetiza calcitonina, una hormona que ayuda a regular la concentración de calcio en sangre, para prevenir la reabsorción del hueso y aumentar la eliminación del calcio por el riñón.
El organismo tiene un elaborado un sistema de retroalimentación para controlar la cantidad de T4 y T3 en sangre.
- Cuando las concentraciones de hormonas descienden, el hipotálamo segrega la hormona liberadora de tirotropina (TRH), que hace que la hipófisis libere la tirotropina (TSH). La TSH estimula a la glándula tiroides para producir y liberar T4 y T3.
- Conforme las concentraciones de hormonas tiroideas en sangre aumentan, la hipófisis produce menos TSH y la glándula tiroides producirá menos T4 y T3.
En circunstancias normales este sistema de retroalimentación regula la actividad tiroidea, para mantener las concentraciones de hormonas tiroideas en sangre relativamente estables.
Los nódulos tiroideos son crecimientos anormales del tejido tiroideo que produce una inflamación o bulto en la glándula tiroidea. Los nódulos se producen a cualquier edad, pero su incidencia aumenta con los años y es más frecuente en las mujeres. La American Thyroid Association (ATA) considera que a la edad de 60 años, aproximadamente la mitad de las personas tienen un nódulo tiroideo que podría ser visible con técnicas de imagen (por ejemplo: ecografía), aunque solo el 5% de los adultos tienen nódulos que sean lo suficientemente grandes como para ser detectados en una exploración física.
De hecho, la mayoría de los nódulos tiroideos no causan síntomas y se descubren por casualidad, como por ejemplo por una exploración con un escáner por otra causa médica o durante una exploración del cuello en una revisión médica rutinaria. Ocasionalmente, puedes notar la presencia de un bulto en el cuello y consultarlo al médico, por lo que se necesitará evaluar el nódulo y el tiroides.
Más del 90% de los nódulos tiroideos no son peligrosos (benignos), pero un pequeño porcentaje son cancerígenos.
Los nódulos tiroideos pueden:
- Ser sólidos o llenos de líquido (quístico), o tener las características de ambos.
- Existir como un nódulo simple o como múltiples nódulos.
- Ser pequeños o grandes.
- Crecer típicamente con lentitud. Algunos pueden crecer rápidamente y otros pueden contraerse.
- Ocasionalmente pueden ser lo suficientemente grandes para comprimir las estructuras de la garganta, causando dolor, o dificultad para tragar o respirar.
- Raramente afectan a las cuerdas vocales y causan ronquera. En este caso es más fácil que los nódulos tiroideos sean cancerígenos.
- Producir hormonas tiroideas (T4, T3), sin embargo la mayoría no lo hacen (nódulos tiroideos no funcionales).
Acerca de los nódulos tiroideos
Pruebas relacionadas
Pruebas iniciales
En la evaluación del tiroides y de los nódulos tiroideos se utiliza una combinación de pruebas de laboratorio y de imagen.
Pruebas en sangre: la tirotropina (TSH), la tiroxina libre (T4 libre) y la triyodotironina (T3), se utilizan para ayudar a valorar si la glándula tiroides funciona correctamente. Estas pruebas también sirven para determinar si el nódulo tiroideo está produciendo un exceso de hormonas tiroideas.
Pruebas de imagen: la ecografía del tiroides es también una de las primeras pruebas que se utilizan para evaluar un nódulo tiroideo. Los resultados de la ecografía nos indican la localización del nódulo, tamaño, forma y otras características, así como también si hay más de un nódulo. También se usa la ecografía para:
- Evaluar las otras estructuras del cuello, incluyendo los nódulos linfáticos.
- Ayudar a decidir si se debe realizar una punción-aspiración con aguja fina (PAAF), y si se realiza, puede usarse la ecografía para dirigir la punción.
- Monitorizar la glándula tiroidea y los nódulos a lo largo del tiempo.
La punción-aspiración con aguja fina (PAAF): el médico inserta una aguja fina en la glándula tiroides y coge una pequeña cantidad de tejido y/o líquido del nódulo tiroideo. Las células que se han recogido son analizadas por un patólogo que determinará si las células son cancerígenas, o si la biopsia es sospechosa de cáncer.
Para informar los resultados de la biopsia se utiliza un sistema estandarizado (Sistema Bethesda). Con cada hallazgo se asocia un riesgo de cáncer. En general, los resultados de la biopsia se informan como:
- No diagnóstica o insatisfactoria: no se han recogido suficientes células para establecer un diagnóstico. Existe un 5-10% de riesgo de cáncer. Habitualmente se repite la PAAF guiada por ecografía.
- Benigna: existe un riesgo de cáncer de un 0 a 3%.
- Atipia de significado indeterminado (AUS, por sus siglas en inglés) o lesión folicular de significado indeterminado (FLUS, por sus siglas en inglés): el riesgo de cáncer es de un 10-30%.
- Lesión folicular: son cancerígenas en el 25-40% de los casos.
La AUS o FLUS y las lesiones foliculares son resultados indeterminados (no claros). Esto implica que aunque haya suficientes células en la muestra para ser examinadas al microscopio, no es posible establecer un diagnóstico claro como benigno o como cancerígeno.
- Sospechosa de malignidad: con un riesgo de cáncer de un 50 a 75%.
- Maligna: un 97-99% de riesgo de cáncer.
Dependiendo de los resultados de la biopsia inicial, se puede precisar una segunda biopsia o bien cirugía.
Pruebas adicionales
Pruebas moleculares: si los hallazgos de la biopsia de la punción-aspiración con aguja fina (PAAF) son indeterminados o no están claros, tal como se indicaba anteriormente, se deberán realizar pruebas genéticas del material de la biopsia para detectar la presencia de variantes que causan cáncer (mutaciones) en ciertos genes (como BRAF, KRAS, NRAS y genes de fusión como RET/PTC, Pax8/PPARG). Hay paneles de pruebas genéticas disponibles para ayudar a determinar el riesgo que tiene un nódulo de ser cancerígeno. Estas pruebas también se usan para decidir si se debe realizar un tratamiento quirúrgico.
La American Thyroid Association (ATA) reconoce que las pruebas moleculares pueden ser útiles, aportando información complementaria y las recomiendan, pero no deben sustituir a los resultados ecográficos, al juicio clínico o a otros hallazgos clínicos.
Las pruebas moleculares son útiles para diagnosticar el cáncer de tiroides, sin embargo, la ausencia de mutaciones en los genes que se asocian al cáncer de tiroides, no excluye el cáncer de tiroides en el paciente.
Calcitonina: esta prueba en sangre no se usa habitualmente para el diagnóstico del nódulo tiroideo, pero a veces se utiliza para ver si la glándula tiroides la está produciendo en cantidades elevadas. Las concentraciones elevadas de calcitonina nos indican una hiperplasia de las células C o de cáncer de tiroides; sin embargo, el médico usará otras pruebas como la biopsia tiroidea, el escáner y la ecografía para establecer el diagnóstico.
Escáner de tiroides:
- Tomografía por emisión de positrones con 18F-fluorodesoxiglucosa (PET-FDG): la utilidad de esta prueba consiste en la evaluación del tiroides, aunque su papel en la detección del cáncer todavía permanece en estudio. Se utiliza una pequeña cantidad de glucosa marcada con radioactividad. En función de los resultados obtenidos, se realizará un seguimiento posterior con ecografía o PAAF.
- Escáner con yodo radioactivo: ya no se realiza de manera rutinaria, porque la ecografía y la PAAF son técnicas muy buenas para evaluar los nódulos tiroideos. Sin embargo, se puede realizar cuando el paciente tiene un nódulo e hipertiroidismo. Los nódulos tiroideos que producen un exceso de hormonas tiroideas y por lo tanto un hipertiroidismo captarán más yodo radioactivo que el tejido tiroideo normal, lo cual se mostrará en el escáner.
Tratamiento
El tratamiento del nódulo tiroideo depende primero del tipo de nódulo, lo cual se determina por los resultados de las pruebas descritas anteriormente.
- Nódulos benignos o pequeños (menor de 1 cm): habitualmente no precisan tratamiento. Se deben controlar mediante exploraciones físicas, repetición de ecografías, y/o biopsias por punción-aspiración con aguja fina, con el objeto de detectar el crecimiento o los cambios en el nódulo. La frecuencia de revisión dependerá del riesgo de cáncer. Se recomienda la cirugía cuando el nódulo crece o bien comprime las estructuras vecinas.
- Nódulos indeterminados: el tratamiento depende del tipo de nódulo y del riesgo de cáncer, que se puede determinar mediante las pruebas moleculares. Se puede repetir la biopsia por punción-aspiración con aguja fina o realizar el tratamiento quirúrgico eliminando el nódulo. Se realizará el estudio de la biopsia para verificar si hay cáncer y el resto de la tiroides se puede eliminar quirúrgicamente. Si no hay cáncer, no se precisará una cirugía posterior.
- Nódulos sospechosos de malignidad o malignos: a la mayoría se les aplica el tratamiento quirúrgico para eliminar una parte o toda la glándula, realizando después más tratamientos para eliminar las restantes células malignas. La mayoría de los cánceres de tiroides se pueden curar.
En el caso de que te realicen un tratamiento quirúrgico y te quiten todo el tiroides, necesitarás un tratamiento hormonal durante toda la vida. Esto implica que deberás tomar una pastilla de hormonas sintéticas por vía oral, lo cual reemplazará a las hormonas que debería sintetizar tu organismo.
La cirugía también puede ser útil para aliviar los síntomas, ya que a veces el nódulo causa dolor o crece tanto que dificulta respirar o tragar, por lo que se necesitará la cirugía para eliminar una parte o todo el tiroides.
Las pruebas y los tratamientos están siempre evolucionando. Habla con tu médico para saber lo que es más adecuado en tu caso. Para obtener más detalles sobre el tratamiento, puedes consultar los enlaces que hay en el contenido relacionado.
Para tener más información puedes leer los artículos referentes a cáncer de tiroides y enfermedades tiroideas.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Tirotropina (TSH)
Tiroxina libre (T4 libre)
Estados fisiológicos y enfermedades:
En otras webs:
Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN): Nódulo tiroideo
Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN): Punción-aspiración con aguja fina de un nódulo tiroideo
Endocrine Society: Nódulos en la tiroides
Medline: Aspiración de tiroides con aguja fina
Medline: Ecografía de la tiroides
Oficina para la Salud de la Mujer (OASM): Enfermedad de la tiroides
American Thyroid Association (ATA): Thyroid Nodules