¿En qué consiste?
En la mujer, la infertilidad es la incapacidad de quedarse embarazada (concebir). Por lo general, se diagnostica después de que una pareja ha intentado conseguir tener un embarazo durante 12 meses sin éxito. La infertilidad también se puede diagnosticar cuando una mujer ha podido quedar embarazada pero no ha podido llevar el feto a término (aborto espontáneo).
La infertilidad afecta aproximadamente al 15% de las parejas en España. Alrededor de un tercio de los casos se deben a problemas de fertilidad de las mujeres, otro tercio se debe a problemas de los hombres y el resto se debe a una combinación de problemas de infertilidad de ambos sexos.
La fertilidad depende de la interacción de varios factores. Las hormonas producidas por el hipotálamo, la hipófisis (pituitaria) y la glándula tiroidea, así como las producidas por ovarios y testículos juegan un papel determinante en el control y mantenimiento de la reproducción.
Para que se produzca un embarazo con éxito, la mujer tiene que ser capaz de producir y liberar un óvulo de uno de sus ovarios. Las mujeres nacen ya con un número determinado de folículos (cavidades con líquido en su interior que contienen ovocitos) en sus ovarios. Al nacer existen aproximadamente entre 1 y 2 millones de folículos; sin embargo, al alcanzar la pubertad, la mayoría ha degenerado, quedando finalmente entre 200.000 y 400.000 folículos. A lo largo de la etapa reproductiva de la mujer, el número de folículos va disminuyendo, de tal manera que tan solo se podrán liberar unos 400 ovocitos maduros, a razón de uno por mes aproximadamente.
Al inicio de cada ciclo menstrual, la folitropina (FSH) favorece la maduración de varios folículos; no obstante, normalmente dominará uno exclusivamente. Durante esta etapa del ciclo, la producción de estradiol aumenta, alcanzando un máximo el día 14 del ciclo (en un ciclo típico de 28 días). Este pico estrogénico causa un engrosamiento de la cara interna del útero y estimula la producción de GnRH (factor hipotalámico liberador de gonadotrofinas), lutropina (LH) y folitropina. La acción conjunta de estas hormonas conduce a la liberación del huevo u ovocito a partir del folículo maduro, iniciándose así el proceso de la ovulación.
Una vez liberado, el óvulo se desplaza hacia las trompas de Falopio y puede ser fertilizado por el esperma de un varón formando un embrión. Este embrión se desplaza hacia el útero anidando o implantándose en su cara interna (endometrio). A medida que el embrión se desarrolla, se va formando la placenta para asegurar la alimentación del feto durante todo el embarazo. La infertilidad puede asociarse a cualquiera de los pasos descritos anteriormente. Algunas causas de infertilidad son fáciles de identificar y resolver, pero otras son más complejas y pueden afectar a uno o a ambos miembros de la pareja.
Acerca de la infertilidad
Causas
La edad constituye un factor importante en ambos sexos, especialmente desde que se tiende a retrasar la maternidad hasta los 30 o 40 años de edad. La edad se ha asociado a lesiones en el ADN de los óvulos y/o del esperma. Además, a lo largo del tiempo se pueden desarrollar trastornos o desequilibrios hormonales.
- El nivel máximo de fertilidad en las mujeres se alcanza alrededor de los 20 años de edad, declina alrededor de los 35 años y sustancialmente a partir de los 40. Cuando se alcanza la menopausia ya no quedan prácticamente óvulos funcionantes.
- En los varones la cantidad de esperma disminuye con la edad, así como la movilidad de los espermatozoides, reduciéndose las posibilidades de que la pareja tenga un embarazo. Otros problemas relacionados con la edad incluyen una disminución de la testosterona y problemas prostáticos o con la erección y/o la eyaculación.
Además de la edad hay otros factores que pueden afectar a la fertilidad de hombres y mujeres como:
- Determinadas enfermedades subyacentes, como la diabetes.
- Hábitos o estilos de vida no saludables, como fumar o tomar alcohol y/o drogas.
- Tener un peso elevado o bajo.
- Exposición a productos químicos o toxinas.
- Exceso de ejercicio.
A veces la causa precisa de la infertilidad no se llega a conocer, pero existen algunos problemas comunes entre los que la padecen. Las enfermedades pueden afectar a la liberación de los óvulos (ovulación), interferir con el movimiento del esperma, o afectar a la fecundación o a la implantación de un óvulo fecundado.
En las mujeres, la infertilidad puede estar causada por:
- Enfermedad inflamatoria pélvica y bloqueo de las trompas de Falopio debido a las enfermedades de transmisión sexual.
- Valores anormales de hormonas (por ejemplo: estrógenos, folitropina, lutropina).
- Síndrome del ovario poliquístico, que puede interferir con la liberación del óvulo.
- Insuficiencia primaria de ovario.
- Fibromas uterinos.
- Endometriosis.
- Enfermedades autoinmunes como el síndrome antifosfolípido.
- Hipotiroidismo.
- Trastornos alimenticios.
- Intolerancia al gluten (enfermedad celíaca).
En los varones, la infertilidad puede ser consecuencia de alteraciones como:
- Disfunción eréctil, que es una causa frecuente, afectando a muchos hombres.
- Problemas con el esperma, tales como un número bajo de espermatozoides, movilidad pobre (motilidad), espermatozoides agrupados o aglutinados que no pueden llegar hasta el óvulo y espermatozoides con forma anormal.
- Desequilibrio de las hormonas, tales como testosterona, lutropina y folitropina.
- Aumento del tamaño de las venas que rodean a los testículos (varicocele).
- Obstrucciones que impiden al esperma liberarse en la eyaculación.
- Parotiditis, que causa inflamación de los testículos.
- Lesión en uno o ambos testículos.
- Enfermedad aguda o fiebre prolongada.
- Exposición de los testículos a un exceso de calor.
- Enfermedad de Klinefelter.
El estudio de la infertilidad puede ser complejo, caro y largo. A menudo los dos miembros de la pareja deben someterse a exámenes físicos exhaustivos y análisis de sangre; además es importante evaluar los estilos de vida y realizar ecografías para determinar el origen del problema.
Pruebas relacionadas
Pruebas de fertilidad femenina
La evaluación inicial de la fertilidad femenina empieza realizando una historia personal y familiar juntamente con una exploración física exhaustiva. Se dispone de una gran variedad de pruebas que pueden ayudar al diagnóstico y a tratar el problema. A menudo, la evaluación comienza determinando si hay ovulación y cuando se produce.
Pruebas que se realizan en casa para predecir la ovulación
Existen tres tipos de pruebas que pueden realizarse en casa para predecir la ovulación y por tanto la fertilidad.
- Prueba predictora de la ovulación: es el método más seguro de los tres métodos descritos en este apartado. La prueba detecta un aumento de la concentración de lutropina presente en la primera orina de la mañana, se realiza 1 ó 2 días antes de la ovulación.
- Temperatura basal corporal: se puede medir en casa, utilizando un termómetro especial para predecir los días más fértiles del ciclo menstrual, calculando el momento de la ovulación. La temperatura basal del organismo (tomada antes de levantarse de la cama) disminuye justo antes de la ovulación y aumenta en la ovulación, manteniéndose elevada durante unos 3 días. Si se realizan estas medidas durante 3 o 4 meses, se puede establecer un patrón para mantener relaciones sexuales. A pesar de que se ha demostrado que el esperma mantiene su funcionalidad unos 5 días dentro del tracto genital femenino, el período más fértil se corresponde con las 48 horas previas a la ovulación. Este método no es fiable al 100% pero es fácil y barato.
- Autoexamen del flujo vaginal: también está sujeto a errores. Antes de la ovulación el moco cervical es más extensible, claro, fino y escurridizo para asegurar un buen entorno para la supervivencia y el transporte del esperma. Cuando el flujo puede estirarse entre el dedo gordo y el índice entre unas 2 o 3 pulgadas de largo, es que está a punto de ocurrir la ovulación y por lo tanto la mujer está en su momento de máxima fertilidad. Después de la ovulación el moco se vuelve más espeso dificultando la supervivencia del esperma.
Las pruebas en sangre miden los valores de diferentes hormonas que pueden ayudar a determinar las causas de infertilidad. Como ejemplos se incluyen:
- Lutropina (LH).
- Folitropina (FSH).
- Prolactina.
- Estradiol.
- Progesterona.
- Estrógenos.
- Hormona antimulleriana.
Los cambios en la función pituitaria o tiroidea también pueden afectar al ciclo menstrual y a la ovulación; los análisis de sangre miden la función tiroidea (tirotropina y/o T4 libre) y los esteroides, como la testosterona y el DHEAS, también son informativos, porque los altos valores de andrógenos pueden contribuir a la infertilidad.
Pruebas de imagen
Las técnicas de imagen se suelen utilizar para determinar si existen problemas físicos que impiden la correcta fecundación o mantener un embarazo normal. La endoscopia por fibra óptica, la radiología y las ecografías se utilizan para visualizar los defectos anatómicos, crecimientos anormales (fibromas, pólipos, abscesos, tumores), cicatrices (adherencias) en las paredes uterinas e infecciones.
Pruebas de fertilidad masculina
En los varones, para diagnosticar un problema de infertilidad deben realizarse una historia clínica y un examen físico médico exhaustivo para detectar las posibles anomalías anatómicas. A veces se puede realizar un examen transrectal mediante ecografía para detectar las anomalías específicas, como las obstrucciones que impiden la liberación del esperma durante la eyaculación. La falta de conductos deferentes y/o de vesículas seminales puede explicar una azoospermia (falta de esperma).
Pruebas de laboratorio
Estudio del semen: es el principal análisis para estudiar la fertilidad masculina. Una correcta recogida de la muestra y una evaluación inmediata del eyaculado permiten detectar de manera rápida cualquier anomalía en el número de espermatozoides, su forma y su movilidad.
Las pruebas en sangre se usan para evaluar las concentraciones hormonales como:
- Testosterona total y libre.
- Lutropina (LH).
- Folitropina (FSH).
- Prolactina.
- Globulina fijadora de las hormonas sexuales (SHBG).
Biopsia
En algunos casos se requiere una biopsia testicular para identificar los problemas en la producción espermática, para detectar crecimientos anormales, tumores, o bien detectar el desarrollo o la maduración incompleta de los órganos reproductores.
Tratamiento
El tratamiento de la infertilidad depende de varios factores, incluido el tiempo que la pareja ha estado tratando de tener un embarazo, la edad y el estado de salud de la pareja, la causa de su infertilidad y sus preferencias sobre los tratamientos para la infertilidad.
El proceso puede comenzar con una visita a un ginecólogo/obstetra, un urólogo especializado en infertilidad (andrología), un endocrinólogo reproductivo (especialista certificado en infertilidad) o una clínica de fertilidad. Un plan de tratamiento de fertilidad, que involucre tanto al hombre como a la mujer, puede incluir cambios en la nutrición, el estilo de vida y los factores ambientales.
No todos los casos de infertilidad se pueden resolver, pero entre el 85 % y el 90 % de los casos se pueden tratar con éxito mediante terapias médicas convencionales. Según el problema y el diagnóstico, se pueden usar uno o más de los siguientes tratamientos:
- Medicamentos: terapias con medicamentos para mejorar el recuento de espermatozoides de un hombre o medicamentos para estimular la ovulación de una mujer.
- Cirugía: por ejemplo, en los hombres para eliminar una obstrucción que impide que los espermatozoides se muevan a través de los conductos; en las mujeres, para eliminar crecimientos en el útero como pólipos o fibromas.
- Inseminación intrauterina: colocar esperma directamente en el aparato reproductor de una mujer en el momento de la ovulación o cerca de ese momento.
Tecnologías de reproducción asistida: estos procedimientos involucran el manejo del óvulo y el esperma en el laboratorio y la inserción del óvulo fecundado nuevamente en el útero de la mujer. Un ejemplo común es la fertilización in vitro (FIV).
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Deshidroepiandrosterona sulfato (DHEAS)
Folitropina (FSH)
Tirotropina (TSH)
Tiroxina libre (T4 libre)
Hormona antimulleriana (AMH)
Estados fisiológicos y enfermedades:
Síndrome del ovario poliquístico
Enfermedades de transmisión sexual (ETS)
En otras webs:
Sociedad Española de Fertilidad (SEF)
Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Área de la Mujer: Esterilidad
Organización Mundial de la Salud (OMS): Infertilidad
Oficina para la Salud de la Mujer (OASH): Infertilidad
RESOLVE: The National Infertility Association
International Council on Infertility Information Dissemination
American Society for Reproductive Medicine (asrm)
Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Reproductive Health. Infertility FAQs