Enfermedad cardiovascular

6/3/2022

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También conocido como: ECV

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¿En qué consiste?

La enfermedad cardiovascular (ECV) hace referencia a una serie de trastornos que pueden afectar al corazón (cardio) y/o a todo el sistema de vasos sanguíneos (vascular) del organismo.

La mayoría de las enfermedades cardiovasculares son alteraciones crónicas que se desarrollan o persisten durante un largo período de tiempo. Sin embargo, algunas de las manifestaciones de la enfermedad cardiovascular pueden ser de aparición aguda como el infarto agudo de miocardio (IAM) y el accidente cerebrovascular (ACV), que ocurren de manera súbita cuando un vaso sanguíneo que aporta sangre al corazón o al cerebro se obstruye.

La ECV más frecuente se refiere a las enfermedades asociadas a la aterosclerosis, que consiste en el estrechamiento de las arterias por la formación de placas que dificultan la circulación de la sangre a través de ellas.

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Acerca de la enfermedad cardiovascular

Factores de riesgo

Las enfermedades cardiovasculares se presentan con mayor frecuencia en las personas con estos factores de riesgo: consumo de tabaco, hipertensión arterial, concentraciones altas de colesterol en sangre (especialmente el colesterol LDL), sobrepeso, no practicar ejercicio físico (sedentarismo) y/o diabetes. La sanidad pública se esfuerza en disminuir la enfermedad cardiovascular animando a la población con los siguientes consejos:

Seguir una dieta equilibrada.
Abandonar el consumo del tabaco.
Limitar el consumo de alcohol.
Practicar ejercicio físico regularmente.
El paciente diabético debe controlar adecuadamente los valores de glucosa en sangre.

Además, existen algunos factores de riesgo no controlables, entre los que se incluyen edad, sexo e historia familiar:

El riesgo cardiovascular aumenta con la edad.
Los varones suelen presentar mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Sin embargo, el riesgo de las mujeres una vez alcanzada la menopausia se iguala con el de los varones.
El hecho de tener un familiar de primer grado con enfermedad cardiaca coronaria o con un accidente cerebrovascular (ACV), antes de los 55 años o de los 65 años si se tratan respectivamente de un hombre o de una mujer, aumenta el riesgo de la persona de padecerlo.

El American College of Cardiology (ACC) y la American Heart Association (AHA) han desarrollado guías para establecer el riesgo de ECV. El principal objetivo de las recomendaciones es definir mejor los factores de mayor importancia en el establecimiento de este riesgo y además proporcionar directrices para reducir el riesgo mediante un tratamiento y la actuación sobre el estilo de vida. Se incluye una nueva fórmula de estimación del riesgo cardiovascular que ayuda a predecir el riesgo de ECV al cabo de 10 años y a lo largo de la vida. Esta herramienta es útil en las personas sin enfermedad cardíaca y con edades comprendidas entre los 40 y los 79 años. En el cálculo se incluyen distintas variables: edad, sexo, etnia, colesterol total, colesterol HDL, presión arterial, presencia de diabetes y consumo de tabaco.

En marzo del año 2019, la ACC y la AHA publicaron directrices adicionales para la evaluación del riesgo de ECV que incluían recomendaciones para los factores de riesgo no tradicionales como el índice tobillo-brazo (ITB), el valor de la proteína C reactiva ultrasensible (PCR-hs), mejorando el papel del calcio arterial coronario (CAC). También establecieron las indicaciones para el tratamiento de la reducción de las concentraciones de los lípidos y los medicamentos preventivos.

En el año 2021, representantes de la European Society of Cardiology (ESC) y 12 sociedades científicas junto con la European Association of Preventive Cardiology (EAPC) elaboraron la guía de manejo de la ECV. Según el grupo de trabajo de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), esta guía presenta novedades que cambiarán la práctica clínica en la valoración del riesgo cardiovascular (RCV) de las personas aparentemente sanas. El establecer el SCORE2 valora la morbimortalidad, no solo la mortalidad. El SCORE-OP es una aproximación mejorada al RCV de los pacientes mayores de 70 años. Por otra parte, se aportan numerosas recomendaciones respecto al control de los factores de RCV y aquellas enfermedades que precisan una especial atención preventiva, unas enfatizan las existentes en otras guías y otras presentan discretos cambios.

Sin embargo, el uso de las guías clínicas y la calculadora del riesgo sigue siendo controvertido, ya que algunos expertos dicen que sobreestima el riesgo de ECV de los pacientes y podría llevar a tratar a muchas más personas con estatinas preventivas, sin que realmente lo necesiten. Los defensores de la nueva fórmula de la calculadora creen que sigue siendo un recurso valioso, porque es mejor que las calculadoras de riesgo anteriores. Las guías clínicas indican la importancia de analizar las opciones de tratamiento con su médico para tomar una decisión informada.

Tipos

Algunas de las clasificaciones de las enfermedades cardiovasculares incluyen:

Enfermedad cardiaca coronaria y enfermedad arterial coronaria: se producen por las alteraciones de los vasos sanguíneos que aportan la sangre al corazón y que pueden ocasionar:
Angina de pecho.
Problemas de las válvulas cardiacas.
Arritmias (latido irregular del corazón).
Infarto agudo de miocardio (IAM).
Insuficiencia cardiaca congestiva (ICC).
Enfermedad cerebrovascular: alteraciones en los vasos sanguíneos que aportan la sangre al cerebro y que pueden ocasionar: un ataque isquémico transitorio (AIT) o “mini" accidentes cerebrovasculares y un accidente cerebrovascular (ACV).
Enfermedad vascular periférica: alteraciones en los vasos sanguíneos que aportan la sangre a los brazos y piernas y que pueden ocasionar: claudicación (obstrucción del flujo sanguíneo en las arterias, causando dolor) y gangrena (muerte de los tejidos a consecuencia de una falta de flujo sanguíneo).
Aneurismas.

Existen otras enfermedades del corazón y de las arterias y venas. Entre ellas se incluyen:

Cardiopatías congénitas: se deben a las malformaciones del corazón durante el período del desarrollo. Entre estas también incluye se incluyen las malformaciones congénitas de las válvulas cardíacas.
Enfermedad reumática del corazón o enfermedad valvular: defectos en la estructura o función de las válvulas. Pueden ser de causa congénita o adquirida.
Cardiomiopatías: debilitamiento del músculo cardíaco.
Miocarditis: inflamación o infección del músculo cardíaco.
Vasculitis: inflamación de los vasos sanguíneos.
Trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar: se forman coágulos en las venas (trombosis) que se desprenden y afectan a otros órganos (embolismo).
Fibrilación auricular: irregularidad del ritmo cardiaco (arritmia) que favorece la formación de coágulos de sangre, con el subsiguiente riesgo de accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca y otras complicaciones cardiacas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo hay 17,9 millones de muertes anuales por las enfermedades cardiovasculares, que representan un 32% de todas las causas de muerte. Aproximadamente un 85% de las muertes por ECV tiene lugar en países poco desarrollados, en los que la exposición a los factores de riesgo está aumentada y simultáneamente la población no tiene acceso a las medidas preventivas ni a los mínimos cuidados sanitarios. De cada cinco defunciones, más de cuatro se deben a las enfermedades cardiovasculares, ya sea por cardiopatías coronarias o por accidentes cerebrovasculares, y una tercera parte de esas defunciones ocurren prematuramente en personas menores de 70 años. Por esta razón, la enfermedad cardiovascular se ha convertido en un fenómeno de máxima atención e interés sanitario.

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