¿En qué consiste?
La malabsorción se produce por la disminución de la capacidad de absorber y/o digerir los nutrientes. Se observa en una gran variedad de enfermedades y puede ocasionar una malnutrición o bien síntomas y signos asociados con las deficiencias específicas de ciertos nutrientes.
El organismo requiere un suministro constante de nutrientes para desarrollarse, repararse, mantenerse, producir energía, enzimas, hormonas, proteínas, células, tejidos, huesos y para combatir las infecciones. Los nutrientes proceden de la dieta e incluyen vitaminas y minerales esenciales (micronutrientes).
Los alimentos ingeridos se digieren en tres etapas:
- Las proteínas, grasas y azúcares compuestos (carbohidratos) se degradan por la acción de los ácidos del estómago, por los enzimas producidos en el páncreas y con la bilis procedente del hígado.
- Los nutrientes se absorben principalmente en las células del intestino delgado y se incorporan a la sangre.
- La sangre transporta y distribuye los nutrientes por todo el organismo; los nutrientes se utilizan o se almacenan en los órganos y tejidos.
Una disrupción o interferencia con este proceso puede conducir a una malabsorción. El tipo y gravedad de las deficiencias y de los síntomas o signos observados dependen de si el problema radica en la digestión general y la absorción, o si afecta a uno o varios nutrientes específicos.
Problemas digestivos
Las proteínas, grasas y carbohidratos no se pueden digerir correctamente sin la acción de la bilis y de los enzimas pancreáticos. Puede existir una falta de bilis o de enzimas pancreáticos en las enfermedades hepáticas o en las enfermedades pancreáticas, ya que se limita su producción; también en los trastornos como la fibrosis quística, en la que los enzimas pancreáticos no pueden alcanzar el tracto gastrointestinal.
Problemas de absorción
Si el intestino no puede absorber los nutrientes, estos se eliminan por las heces. Esto puede suceder si existe una lesión de las células y tejidos intestinales, o cuando el intestino es corto (a consecuencia por ejemplo de una intervención quirúrgica), reduciéndose así el área o superficie de contacto con los alimentos y el tiempo de tránsito de los nutrientes por el intestino.
La deficiencia de vitamina B12 es una deficiencia específica. Para la absorción de la vitamina B12 es necesario que exista el factor intrínseco y que se conserve la acidez del estómago. El factor intrínseco es una sustancia producida por las células parietales del estómago. El ácido del estómago separa la vitamina B12 de las proteínas, y el factor intrínseco fija a la vitamina B12 liberada. La falta de cualquiera de los dos (factor intrínseco o acidez del estómago) impide la absorción intestinal de B12 y conduce a un déficit de vitamina B12. Puede ser consecuencia de la edad avanzada, de fármacos que disminuyen o inhiben la producción ácida del estómago, de intervenciones quirúrgicas gástricas, de enfermedades que afectan a las células parietales u otras enfermedades.
Problemas de transporte
Una vez que los nutrientes se absorben en el intestino, pueden existir obstáculos a su transporte por el organismo. Esto puede ser debido a problemas del sistema linfático, como por ejemplo un linfoma, o por enfermedades raras como la abetalipoproteinemia.
Acerca de la malabsorción
Causas de malabsorción
Son muchos los trastornos y enfermedades que pueden ocasionar malabsorción. Algunas de ellas se describen a continuación:
- Ausencia, obstrucción o estrechamiento de las vías biliares (atresia biliar) u obstrucción al flujo normal de la bilis (colestasis), lo que resulta en una falta de bilis para la digestión.
- Cáncer: como el cáncer de páncreas, cáncer de estómago, linfoma.
- Enfermedad celíaca: enfermedad autoinmune en la que se produce una lesión del revestimiento interior de los intestinos (vellosidades intestinales).
- Fibrosis quística: enfermedad genética que afecta al páncreas y al transporte de los enzimas pancreáticos hacia la luz intestinal donde se efectúa la digestión.
- Lesiones o daño del intestino: por ejemplo, a consecuencia de la radioterapia.
- Disminución de la producción de factor intrínseco.
- Trastornos que afectan a la circulación sanguínea: como la insuficiencia cardiaca congestiva.
- Intolerancias alimentarias, como la intolerancia a la lactosa y las deficiencias enzimáticas.
- Infección por VIH y SIDA.
- Hipertiroidismo.
- Infecciones del tracto digestivo, incluyendo infecciones virales, bacterianas y parasitarias.
- Enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
- Enfermedades hepáticas.
- Fármacos, como la fenitoína y otros que inhiben la producción ácida del estómago.
- Enfermedades pancreáticas e insuficiencia pancreática: pueden ocasionar una disminución de la cantidad de enzimas pancreáticos.
- Infecciones parasitarias del tracto digestivo, como la Giardia lamblia o las tenias.
- Esclerodermia.
- Cirugía: por ejemplo, resecciones intestinales o bypass gástrico.
- Síndrome de Zollinger-Ellison: enfermedad rara en la que se producen tumores en el páncreas y/o en el intestino.
Signos y síntomas
Los signos y síntomas de malabsorción dependen de la causa subyacente, así como del tipo y gravedad de las deficiencias nutricionales. Pueden hacerse evidentes rápidamente o desarrollarse lentamente y empeorar con el tiempo. El organismo puede almacenar algunos nutrientes, como la vitamina B12, y por este motivo los síntomas y signos solo se manifiestan cuando se han consumido las reservas. Los signos y síntomas asociados a una insuficiente producción de enzimas pancreáticas pueden no hacerse evidentes hasta que el organismo ha perdido un 90% de su capacidad de producción.
Entre los signos y síntomas más frecuentes observados en la malabsorción se incluyen:
- Diarrea persistente.
- Heces grasientas, desligadas y malolientes (esteatorrea).
- Retraso del desarrollo (niños).
- Dolor, calambres, hinchazón y gases abdominales.
Otros signos y síntomas, como los que se citan a continuación, pueden ser debidos a deficiencias específicas o a afectación del estado general:
- Debilidad, cansancio.
- Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis).
- Piel seca y con escamas, erupciones.
- Inflamación de la lengua (glositis).
- Pérdida de masa muscular, pérdida de peso inexplicable.
- Náuseas y vómitos.
- Hinchazón de las manos, piernas y pies (edema periférico).
- Inflamación de la cavidad bucal (estomatitis).
- Hematomas de fácil aparición, sangrado de las encías.
- Entumecimiento y hormigueo en pies y manos.
- Palidez.
- Dolor muscular u óseo.
En los casos de malabsorción crónica, pueden desarrollarse los siguientes signos y síntomas:
- Anemia.
- Retraso del desarrollo en niños.
- Dificultad para concentrarse, confusión y a veces cambios de la personalidad.
- Malnutrición.
- Osteoporosis.
- Deficiencias vitamínicas de vitamina A, vitamina D, vitamina K y deficiencias de elementos traza.
Pruebas relacionadas
Los objetivos de estas pruebas consisten en:
- Realizar un cribado en las personas que presentan mayor riesgo de malabsorción, debido a algún trastorno subyacente como, por ejemplo, una fibrosis quística.
- Detectar la malabsorción, identificar su causa y evaluar los tipos y gravedad de las deficiencias nutricionales.
- Detectar complicaciones como la anemia.
- Monitorizar la eficacia del tratamiento.
No existe una única prueba que sirva para detectar una malabsorción ni para identificar su causa. El médico considera múltiples variables como el examen físico, la historia familiar y los signos y síntomas. Las pruebas suelen realizarse por etapas, y a medida que se obtienen resultados, se descartan posibles causas y se afina el diagnóstico. Normalmente se solicita:
- Una serie de pruebas iniciales para evaluar la función de células y órganos, la digestión, y para hallar explicación por ejemplo a una diarrea persistente o a los signos y síntomas más frecuentes en la malabsorción.
- Pruebas específicas útiles para detectar o excluir enfermedades asociadas a la malabsorción y para identificar deficiencias específicas y complicaciones.
Pruebas de laboratorio
Entre las pruebas iniciales se incluyen:
- Hemograma: para detectar anemia por deficiencia de hierro o vitamina B12.
- Perfil hepático: pruebas de función renal como urea o creatinina, glucosa, proteínas, albúmina, electrolitos.
- Prealbúmina: se usa como un marcador de malabsorción de proteínas e indicador del estado general nutricional.
- Proteína C reactiva y velocidad de sedimentación globular: para detectar inflamación, por ejemplo, atribuible a una enfermedad inflamatoria intestinal.
- Grasas en heces: para evaluar si está afectada la digestión de las grasas.
- Cultivo de heces: para detectar infecciones bacterianas.
- Clostridioides difficile y toxina C. difficile: para detectar sobrecrecimiento bacteriano que podría ser responsable de las diarreas persistentes.
- Parásitos en heces: para detectar parásitos que podrían ser los responsables de diarreas persistentes.
- Leucocitos en heces: están presentes en algunas enfermedades inflamatorias intestinales.
- Perfil de patógenos gastrointestinales: se realiza la prueba en una muestra de heces, simultáneamente para virus, bacterias y parásitos que son frecuentes como causa de las infecciones del tracto digestivo y la diarrea.
- Tirotropina (TSH): para detectar o excluir las enfermedades tiroideas.
En función de los resultados de las pruebas anteriores, de las manifestaciones clínicas y de la sospecha médica, se pueden solicitar también:
- Sangre oculta en heces (SOH): para detectar los sangrados digestivos.
- Vitamina B12, vitamina A, vitamina D: para detectar las deficiencias.
- Tiempo de protrombina (TP) y ratio internacional normalizado (INR): para detectar las deficiencias de vitamina K.
- Pruebas de la enfermedad celíaca: para ayudar a realizar el diagnóstico de esta enfermedad.
- Pruebas específicas para la fibrosis quística: como la prueba del cloruro en sudor, tripsinógeno o las mutaciones del gen de la fibrosis quística.
- Elastasa fecal (en heces), quimotripsina, amilasa y lipasa en sangre para evaluar la función pancreática.
Otras pruebas menos frecuentes incluyen:
- Ácido metilmalónico: para detectar un déficit de vitamina B12 en sus primeras fases.
- Prueba del hidrógeno espirado: para detectar intolerancias a la lactosa y sobrecrecimientos bacterianos del tracto gastrointestinal (malabsorción de carbohidratos).
- Prueba de absorción de xilosa: para evaluar la digestión de los carbohidratos.
- Prueba de tolerancia a la lactosa: a pesar de que esta prueba se emplea para detectar las deficiencias de la enzima lactasa, también puede solicitarse en el caso de malabsorción.
- Biopsia del intestino.
Otras pruebas ajenas al laboratorio
Algunas veces es necesario realizar pruebas para examinar el tracto digestivo, el hígado y/o el páncreas, las pruebas pueden incluir:
- Ecografía abdominal.
- Tomografía computarizada (TC).
- Endoscopia.
- Pancreatografía retrógrada endoscópica (CREP).
Para aprender más acerca de las pruebas de imagen puede consultar este enlace RadiologyInfo.org.
Tratamiento
Una persona afectada por malabsorción puede trabajar con su proveedor de atención médica, un nutricionista u otros profesionales de la salud para abordar y controlar su afección. El tratamiento de la malabsorción generalmente incluye uno o más de los siguientes:
- Corrección de la causa subyacente: para minimizar los síntomas derivados de la malabsorción y reducir al máximo la afectación intestinal.
- Reponer los nutrientes que faltan: puede suponer la toma de enzimas pancreáticas por vía oral, de suplementos de minerales y vitaminas A, D, E, K, vitamina B12 y folato, etc.
- Ingerir alimentos ricos en nutrientes: en algunas personas puede recomendarse una dieta baja en grasas y rica en proteínas; en otros casos las modificaciones dietéticas son significativas, por ejemplo, suprimir el gluten de la dieta.
- Consensuar con el médico un plan de tratamiento ajustado a las necesidades de cada uno
- Monitorización del estado de salud: a menudo supone la determinación regular de pruebas de laboratorio como hemograma, perfil hepático, glucosa, proteínas, urea, creatinina, electrolitos, etc.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Sangre oculta en heces (SOH)
Pruebas de la enfermedad celíaca
Tiempo de protrombina (TP) y ratio internacional normalizado (INR)
Pruebas de tolerancia a la lactosa
Estados fisiológicos y enfermedades:
Déficits de folato y vitamina B12
En otras webs:
Medline: Síndromes de malabsorción
MayoClinic: Síndrome de Zollinger-Ellison
Manual MSD: Generalidades sobre la malabsorción
National Institute of Diabetes and Digestie and Kidney Diseases (NIH): Enfermedad celíaca