¿En qué consisten?
Las infecciones de la piel y de las heridas representan el crecimiento y la propagación de microbios, generalmente bacterias, dentro de la piel o de la herida. Estas infecciones desencadenan una reacción por parte del sistema inmunitario, provocando inflamación y daño tisular y enlentecen el proceso de curación.
La mayoría de las infecciones permanecen confinadas en una pequeña área, como un arañazo o un folículo piloso y normalmente se resuelven por sí solas. Otras pueden persistir y, si no se tratan, pueden aumentar en gravedad y propagarse por el organismo. Algunas infecciones se diseminan hacia otros órganos y/o hacia la sangre (septicemia) provocando una infección en todo el cuerpo (sistémica).
La piel es el órgano más extenso del organismo y constituye la primera línea de defensa. Aun cuando está limpia, la superficie de la piel no es estéril. Está poblada de una mezcla de microorganismos, que constituyen la flora normal de la piel. Esta flora normal es una barrera dinámica que ayuda a mantener a otros microorganismos (patógenos) alejados. En la mayoría de las ocasiones, estos microbios no causan enfermedades y no estimulan al sistema inmunológico. Sin embargo, si hay una herida en la piel o si el sistema inmunitario está debilitado, los microbios pueden causar una herida o una infección en la piel.
Las heridas son rupturas de la integridad de la piel y los tejidos. Puede tratarse de cortes superficiales, rasguños o arañazos pero también pueden ser perforaciones, quemaduras o pueden ser el resultado de procedimientos quirúrgicos o dentales.
La piel está compuesta de tres capas: la epidermis (externa), la dermis (donde se localizan muchos folículos pilosos y glándulas sudoríparas) y la capa grasa subcutánea. Debajo de estas capas hay membranas que protegen el tejido conjuntivo, el músculo y los huesos. Las heridas pueden penetrar en cualquiera de estas capas y las infecciones de la piel se pueden propagar hacia ellas. El proceso de recuperación de las heridas es complejo e incluye muchos sistemas relacionados, sustancias químicas y células trabajando conjuntamente para limpiar la herida, sellar los bordes y producir nuevos tejidos y vasos sanguíneos.
Las infecciones de la piel y las heridas pueden interferir en el proceso de curación y crear un daño tisular adicional. Pueden afectar a cualquier persona pero las personas con una curación retardada de las heridas debido a otro trastorno subyacente presentan un mayor riesgo de infección. Algunos de los trastornos que pueden incrementar el riesgo de infección de heridas son:
- Mala circulación.
- Diabetes.
- Sistema inmunológico debilitado o suprimido (por ejemplo: infección por VIH, SIDA, receptores de algún órgano trasplantado).
- Baja movilidad o inmovilización (por ejemplo: pacientes encamados, parálisis).
- Malnutrición.
Cuando las infecciones penetran profundamente en el organismo y llegan a tejidos como el hueso o cuando se dan en tejidos con mala circulación, pueden ser muy difíciles de tratar y pueden cronificarse.
Acerca de las infecciones de piel y heridas
Infecciones superficiales de la piel
Las infecciones superficiales afectan a las capas más externas de la piel, aunque pueden extenderse hacia capas más profundas (subcutáneas).
Ejemplos de bacterias que pueden causar infecciones de la piel incluyen:
- Bacterias de la flora normal, como especies de Staphylococcus (estafilococos) y de Streptococcus (estreptococos).
- Bacterias resistentes a los antibióticos, como la infección por Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM) e infección de heridas por estafilococo, (también llamado MRSA, por sus siglas en inglés: Staphylococcus aureus resistente a la meticilina).
- Especies de Vibrio o Aeromonas, a menudo encontradas en aguas saladas.
- Infecciones asociadas a bañeras de hidromasaje, como Pseudomonas aeruginosa.
- Especies de Bacteroides o Clostridium que pueden causar infecciones de heridas más profundas.
- Tularemia: esta infección es causada por la bacteria Francisella tularensis. Principalmente infectan a conejos y roedores, pero los humanos pueden contraer infecciones a través de picaduras de garrapatas o moscas de venado o por el contacto con animales infectados que pueden provocar úlceras en la piel.
- Ántrax: esta es una infección causada por la bacteria Bacillus anthracis. Puede infectar la piel, así como las vías respiratorias o digestivas. La bacteria vive en el suelo e infecta principalmente a los animales, como el ganado vacuno, los ciervos, las ovejas y las cabras. Los seres humanos pueden infectarse al tocar a los animales o su pelo, piel o carne.
Las infecciones de piel más frecuentes son:
- Folículos pilosos infectados (foliculitis).
- Forúnculos.
- Forúnculos que involucran varios folículos pilosos y capas más profundas de tejido (carbúnculos).
- Impétigo: lesiones en la piel y ampollas (vesículas).
- Úlceras por presión: se dan en personas que pasan mucho tiempo inmovilizadas. Este tipo de heridas puede contener diferentes clases de bacterias y realizar cultivos de las mismas no siempre proporciona información útil para su tratamiento.
- Celulitis: infección que afecta al tejido conectivo y subcutáneo de la piel, provocando enrojecimiento, calor e hinchazón.
- Fascitis necrotizante: infección grave, aunque poco frecuente, que se extiende rápidamente y destruye la piel, la grasa, el tejido muscular y la fascia o capa de tejido que recubre los distintos grupos musculares. En este tipo de infección normalmente se hallan estreptococos del grupo A, a veces también conocidos como bacterias carnívoras.
Ejemplos de infecciones fúngicas comunes de la piel incluyen:
- Tiña.
- Pie de atleta.
- Las infecciones causadas por especies de levaduras Candida se dan en la boca (muguet) o en otras áreas húmedas de la piel.
Ejemplos de virus que causan infecciones de la piel incluyen:
- Virus del papiloma humano (VPH): puede causar verrugas comunes y plantares.
- Virus del herpes simple tipo 1 y 2 (VHS-1, VHS-2): son los responsables de una infección de la piel conocida como panadizo herpético.
Ejemplo de infecciones de heridas
Mordeduras
Las infecciones producidas por mordeduras tienden a estar causadas por los microorganismos presentes en la saliva o en la cavidad oral de la persona o animal que realizó la mordedura. Las mordeduras humanas se infectan por una gran variedad de bacterias que forman parte de la flora oral habitual. La mayor parte de mordeduras animales son de perros o gatos y la bacteria más comúnmente hallada es Pasteurella multocida.
Traumatismos
Los traumatismos constituyen una amplia categoría de lesiones o heridas de causa física, provocando varias heridas susceptibles de infección, que van desde raspaduras superficiales hasta heridas profundas y penetrantes. Las heridas contaminadas ya de entrada, como por ejemplo las que se ven en los accidentes de coche, por la suciedad del entorno, o que implican una gran extensión de tejido dañado, como las quemaduras graves, tienen más riesgo de infectarse. No es extraño encontrar más de un microorganismo aerobio y/o anaerobio en las heridas profundas contaminadas.
En una herida por pinchazo profundo pueden crecer bacterias anaerobias como Clostridium tetani (que provoca tétanos). Debido a que la mayor parte de la población está vacunada contra el tétanos, estos casos son excepcionales. La vacunación contra este microorganismo debe renovarse cada 10 años. La revacunación suele realizarse en los servicios de urgencias cuando una persona está siendo tratada por una herida profunda que suele requerir puntos de sutura.
Otros tipos o especies de bacterias Clostridium, como Clostridium perfringes, pueden causar heridas graves e infecciones quirúrgicas, como la gangrena gaseosa.
Cirugía
Las heridas post-quirúrgicas suelen infectarse por la flora normal de la piel del individuo o por flora gastrointestinal, son los mismos microorganismos que los vistos en el caso de las infecciones superficiales. Estas heridas también pueden infectarse por la exposición a microorganismos del entorno hospitalario. Las bacterias adquiridas en el hospital, como el MRSA (Staphylococcus aureus resistente a la penicilina) ofrecen, a menudo mayor resistencia al tratamiento antibiótico.
Quemaduras
Las quemaduras pueden variar de leves a graves y afectar diferentes capas de la piel. Las quemaduras de primer grado afectan a la epidermis, las de segundo grado penetran en la dermis, y las de tercer grado penetran en todas las capas de la piel y frecuentemente dañan los tejidos subyacentes.
Las heridas por quemadura son inicialmente estériles pero debido a la presencia de tejido muerto en el centro, la costra y a la pérdida de la protección de la piel, las bacterias que normalmente se encuentran en la capa externa de la piel comenzarán a crecer dentro de la herida.
La persona afectada tiene un alto riesgo de infección de la herida y complicaciones más graves. Las infecciones iniciales tienden a ser bacterianas. Las infecciones fúngicas por Candida, Aspergillus, Fusarium y otras especies aparecen de forma más tardía, puesto que no están inhibidas por el tratamiento antibacteriano. También pueden darse infecciones víricas, por ejemplo por el virus del herpes simple.
Signos y síntomas
Los signos y síntomas generales de la infección de una herida son:
- Enrojecimiento y decoloración.
- Tumefacción, hinchazón.
- Calor.
- Dolor.
- Descamación, escozor.
- Pústulas, formación de pus.
La piel puede endurecerse o tensarse en el área de la herida y pueden aparecer manchas o estrías rojas alrededor de la herida. Las infecciones de las heridas pueden ocasionar fiebre, especialmente si la infección llega a la sangre.
Pruebas relacionadas
El diagnóstico de muchas heridas e infecciones superficiales de la piel se basa en la observación, el examen físico, los signos y síntomas y en la experiencia del médico. Sin embargo, la evaluación clínica no da información precisa del microorganismo que está causando la infección o de la mejor opción terapéutica. Para ello se requiere utilizar algunas pruebas de laboratorio.
Pruebas de laboratorio
Las pruebas de laboratorio pueden incluir:
- Cultivo bacteriológico: es la primera prueba para diagnosticar una infección bacteriana. Los resultados de los cultivos de heridas infectadas suelen tardar unas 24-48 horas en obtenerse.
- Tinción de Gram: se suele realizar conjuntamente con el cultivo. Se realiza una tinción especial que permite observar las bacterias al microscopio. Los resultados suelen estar listos el mismo día de la recepción de la muestra en el laboratorio. Esta prueba puede proporcionar una orientación al médico sobre el tipo de microorganismo que está causando la infección.
- Antibiograma o susceptibilidad microbiana a los antibióticos: una vez identificado el patógeno mediante el cultivo, esta prueba se utiliza para determinar la susceptibilidad de la bacteria a diversos fármacos. Esta información ayuda al médico a tomar decisiones acerca del antibiótico a prescribir. Los resultados suelen estar disponibles al cabo de unas 24 horas después de haber aislado el microorganismo causante de la infección. Esta prueba puede identificar bacterias resistentes como el MRSA.
Otras pruebas que pueden solicitarse:
- KOH: prueba rápida para detectar hongos en una muestra. La muestra se trata con una solución especial, se coloca sobre un portaobjetos y se examina al microscopio.
- Cultivo de hongos: se solicita cuando se sospecha infección fúngica. Muchos hongos son de crecimiento lento y los resultados pueden tardar semanas.
- Cultivo de micobacterias: se solicita cuando se sospecha una infección por micobacterias. Son microorganismos de crecimiento lento y pueden tardar semanas en ser identificados.
- Hemocultivo: se solicita cuando se sospecha que la infección de la herida se ha extendido a la sangre (septicemia).
- Pruebas moleculares para la detección de material genético de un microorganismo concreto.
- Perfil metabólico básico o el completo: se puede solicitar para detectar causas subyacentes que pueden afectar al proceso de curación de la herida, por ejemplo, la glucosa para detectar una posible diabetes.
- Hemograma: un recuento elevado de leucocitos puede ser un signo de infección.
Otras pruebas ajenas al laboratorio
En algunos casos, se pueden solicitar pruebas de imagen tales como tomografías computarizadas (escáner), ultrasonidos (ecografías) o radiografías para evaluar la extensión del tejido dañado y para buscar áreas con fluidos o pus.
Tratamiento
El riesgo de infección de la herida puede minimizarse con una limpieza y un tratamiento rápidos.
Muchas infecciones bacterianas o víricas superficiales se resuelven por sí mismas sin necesidad de tratamiento. Otras infecciones bacterianas solo requerirán tratamiento antimicrobiano tópico y en algunos casos se requiere incisión y drenaje.
Las infecciones profundas y las que son persistentes suelen requerir tratamiento antibiótico oral. La elección del antibiótico se basa en el cultivo de la herida y en el antibiograma. Las personas cuyas infecciones presentan resistencias a fármacos antimicrobianos o las que tienen la infección localizada en una zona de difícil acceso, por ejemplo en los huesos, pueden requerir tratamiento con medicación intravenosa.
En algunas heridas también puede ser necesario quitar el tejido muerto (desbridamiento) y/o realizar un drenaje, algunas veces en más de una ocasión. Los antibióticos tópicos y el desbridamiento de la herida también suelen emplearse en las quemaduras. En algunas lesiones extensas puede ser necesaria la cirugía e incluso injertos de tejido.
Los planes de tratamiento pueden verse afectados por la presencia de enfermedades subyacentes que enlentecen el proceso de curación como la diabetes, malnutrición, infección por VIH y SIDA y otros trastornos que comprometen el sistema inmunitario. Es posible que el médico solicite pruebas adicionales para detectar dichas enfermedades.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Infección por Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM) e infección de heridas por estafilococo
Estados fisiológicos y enfermedades:
Resistencia bacteriana a los antibióticos
En otras webs:
Medline: Infecciones de la piel
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades: Infecciones de la piel
Clínica Universidad de Navarra (CUN): Prevención de las infecciones de piel
MayoClinic: Infecciones por estafilococos
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades: Hoja de información básica sobre el SARM
Asociación Española de Pediatría (AEP): Infecciones de piel y partes blandas
Manual MSD: Introducción a las infecciones bacterianas de la piel
Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Methicillin-resistant Staphylococcus aureus (MRSA)
KidsHealth: Infecciones cutáneas y erupciones
National Institute of General Medical Sciences (NIH): Sepsis