También conocido como: sangre en la orina
¿En qué consiste?
Hematuria significa presencia de sangre en la orina. A pesar de que no constituye un hallazgo normal, no es infrecuente. Para la persona que la presenta puede ser molesta o preocupante aunque no tiene por qué ser alarmante. La hematuria no es una enfermedad sino que se trata de un signo y un indicador de que se debe investigar lo que puede estar sucediendo para determinar la causa de la emisión de sangre por la orina.
En la orina, la sangre puede ser visible a simple vista o puede estar en cantidades tan pequeñas que sólo se detecten al realizar un urianálisis por algún otro motivo. La orina suele ser clara y con una coloración amarillenta más o menos intensa en función de la concentración de la orina. Frecuentemente, el color de la orina se modifica si existe presencia de sangre en ella, aunque no necesariamente adquiera una coloración rojiza.
- La hematuria visible hace que la orina tome un color rosado, rojizo, o similar al del té o la coca-cola. Ocasionalmente pueden existir coágulos de sangre o pueden verse caer gotas de sangre al orinar.
- La hematuria microscópica (no visible a simple vista) no altera la coloración normal de la orina.
Muchas de las causas de hematuria suponen afectación del tracto urinario, que consiste de dos riñones, dos uréteres, una vejiga y una uretra.
- Los riñones van produciendo orina a medida que van filtrando los desechos de la sangre.
- La orina se desplaza desde los riñones hacia los uréteres y alcanza así la vejiga, donde queda almacenada hasta que no se vacía por la uretra durante la micción.
Existen sin embargo varias situaciones que afectan a otros tejidos u órganos y que pueden producir una hematuria.
Acerca de la hematuria
Causas
Algunas de las causas de hematuria son benignas, transitorias, sin que generen lesión alguna y se resuelven sin tratamiento específico o con muy poca intervención médica. No obstante, en algunas ocasiones la hematuria se asocia a situaciones críticas o puede ser una manifestación de una afectación crónica que requiere intervención médica y monitorización.
La única forma de comprender la gravedad de la hematuria en un individuo concreto y decidir un tratamiento adecuado es investigarlo. Como parte de la investigación, se evaluará la historia clínica, el examen físico y los signos y síntomas que lo acompañan para ayudar a determinar la causa de la hematuria.
Algunos de los aspectos que deben considerarse ante una hematuria son los siguientes:
¿Se trata realmente de sangre?
Es una de las primeras cuestiones que deben confirmarse.
- Un color rojizo-marronáceo de la orina también puede ser atribuible a la ingesta de remolacha y ruibarbo, o ser consecuencia de la ingesta de fármacos como la fenazopiridina, cáscara, difenilhidantoína, metildopa, fenolftaleína, fenotiazina, fenacetina, fenindiona, etc.
- Se conoce como hemoglobinuria a la presencia de hemoglobina en la orina. Ciertas enfermedades conllevan una ruptura (hemólisis) de los hematíes o eritrocitos, que libera la hemoglobina, que es la proteína que contiene hierro y que confiere la coloración rojiza a los hematíes. El exceso de hemoglobina se elimina por la orina, que adquiere una coloración rojiza o similar a la del té. Por ejemplo, la anemia hemolítica, incluyendo la anemia falciforme, pueden producir hemoglobinuria.
- El organismo produce otras sustancias que al eliminarse por la orina pueden hacer variar su coloración normal. Por ejemplo, si existe alguna enfermedad hepática o el hígado está lesionado, no se podrá eliminar la bilirrubina correctamente y la orina adquiere un color ámbar oscuro. Esto es importante y debe investigarse, aunque no se trate realmente de una hematuria. La presencia de mioglobina en orina, una proteína pequeña que fija oxígeno y se encuentra en el músculo esquelético y el corazón, puede ser consecuencia de que haya una presencia de concentraciones elevadas de mioglobina en sangre; los riñones la filtrarán y se excretará por la orina. Cuando la concentración de mioglobina en orina es alta, el color de la orina puede asemejarse al de la sangre.
¿La sangre detectada en la orina procede realmente del tracto urinario?
Puede existir una contaminación de la orina con sangre por:
- Sangrados vaginales, por ejemplo, por la menstruación.
- Hemorroides.
¿La sangre detectada en orina puede ser debida a una infección?
Las infecciones pueden asociarse a molestias o dolor al orinar y a la emisión de orina turbia y maloliente; a veces pueden producir hematuria.
- Infección del tracto urinario (ITU): afecta principalmente a la vejiga, suele estar causada por bacterias y más raramente por virus, hongos y parásitos y puede provocar inflamación de la vejiga (cistitis).
- Infección renal: una ITU puede propagarse hacia los riñones.
- Infección viral: algunas infecciones como la hepatitis pueden causar enfermedad hepática e inflamación del hígado, que puede producir la presencia de sangre en la orina.
¿Se trata de un hecho puntual o existe presencia de sangre por una causa conocida?
A veces la sangre en orina puede aparecer y posteriormente desaparecer, sin que se llegue a conocer la causa de esa hematuria. En otras ocasiones, la presencia de sangre en orina puede ser atribuible a causas identificables, tratables o autolimitadas como:
- Ejercicio físico intenso y agotador.
- Fiebre.
- Exposición a sustancias tóxicas como los contrastes empleados en algunas exploraciones radiológicas.
- Medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), aspirina o anticoagulantes que inhiben el proceso de coagulación de la sangre y hacen aumentar el riesgo de que una persona sangre; esto puede acompañarse de episodios de aparición de sangre en la orina.
- Exploración médica que afecte al tracto urinario (aunque sea en parte), como cirugía, biopsia renal, inserción de un catéter; de manera transitoria puede aparecer sangre en la orina.
- Daño físico sobre el riñón o la vejiga, por ejemplo, por traumatismos.
- Incidente aislado (nunca se llega a conocer la causa).
¿La hematuria es debida a una inflamación o irritación del tracto urinario (o próstata en los varones) o es debida a una obstrucción (total o parcial) por una piedra en el riñón (litiasis renal)?
Las siguientes situaciones pueden asociarse a la presencia de sangre en orina, produciendo en ocasiones dolor al orinar, dolor que irradia a otras zonas, urgencia y/o dificultad para orinar:
- Uretritis: inflamación de la uretra o conducto que transporta la orina desde la vejiga hacia el exterior.
- Prostatitis: inflamación de la próstata (órgano que envuelve a la uretra en los varones).
- Hiperplasia benigna de próstata (HBP).
- Cálculos renales (piedras) o cálculos en la vejiga urinaria.
¿Es atribuible la hematuria a una enfermedad renal o a un trastorno que pueda afectar al riñón?
- La hematuria puede ser consecuencia de distintos y variados tipos de enfermedad renal. Un ejemplo lo constituye la glomerulonefritis, enfermedad renal relacionada con los glomérulos (parte anatómica del riñón con capacidad de filtración).
- Diabetes y la presión arterial elevada (hipertensión) son causas frecuentes de lesión renal y pueden a veces asociarse a hematuria.
- Enfermedad poliquística renal (riñón poliquístico) es un trastorno hereditario en el que existen quistes en los riñones.
¿La hematuria se debe a alguna otra enfermedad o alteración del tracto urinario?
- Las anomalías estructurales del tracto urinario pueden causar sangrado.
- Se pueden formar coágulos de sangre dentro del tracto urinario.
- La endometriosis, una enfermedad en la que el tejido que normalmente recubre el útero crece en otros lugares, como la vejiga, también puede causar sangre en la orina.
¿Es atribuible la hematuria a alguna otra enfermedad crónica o hereditaria?
Puede tratarse de una enfermedad que afecte a todo el organismo (sistémico) o que se asocie a un exceso de sangre en el tracto urinario, apareciendo hematuria:
- Trastornos hemorrágicos: pueden producirse episodios de sangrado excesivo (sangrados nasales, hematomas o cardenales, dificultad para coagular, etc.) en cualquier parte del organismo; por ejemplo, en la hemofilia y la trombocitopenia.
- Síndrome de Alport: trastorno hereditario asociado a la presencia de proteínas en la orina y a hematuria.
- Enfermedades autoinmunes: el sistema inmunitario del organismo ataca erróneamente a las estructuras propias, produciendo lesión y daño en tejidos y órganos, como por ejemplo el riñón.
¿Es atribuible la hematuria a un cáncer?
Los cánceres asociados al tracto urinario y a la próstata pueden ocasionar hematuria:
- Cáncer de vejiga.
- Cáncer de riñón.
- Cáncer de próstata.
Signos y síntomas
Es posible que a pesar de tener hematuria no se presenten signos ni síntomas. En el caso de que se presenten, suelen estar asociados a la enfermedad de base. Entre los signos y síntomas se incluyen:
- Dolor o molestias al orinar.
- Necesidad de orinar más frecuentemente o urgencia para orinar.
- Dolor abdominal y/o de espalda.
- Dificultad para orinar (interrupción del flujo de orina, dificultad para empezar a orinar).
- Fiebre (si hay infección).
- Hinchazón (edema), por ejemplo, en pies, tobillos y piernas.
- Dolor grave (si hay piedras o cálculos renales).
Pruebas relacionadas
Las pruebas se realizan con la finalidad de determinar la extensión, la gravedad y la persistencia de la hematuria, así como para identificar y corregir la causa subyacente. Normalmente, para confirmar la hematuria y descartar las causas principales, se solicita inicialmente un conjunto de pruebas y en función de los resultados y de los signos y síntomas que presenta el individuo, se solicitan pruebas adicionales.
Pruebas de laboratorio
Pruebas iniciales
- Urianálisis: primera prueba a realizar y que permite detectar o confirmar la hematuria. Según la American Urological Association (AUA), una hematuria microscópica se define por la presencia de más de 3 hematíes o eritrocitos por campo (de microscopio) en dos de tres muestras analizadas. Además de evaluar la hematuria, algún otro resultado del urianálisis (por ejemplo: proteínas en orina) puede ser importante para el diagnóstico de la causa.
- Urea y creatinina en sangre: para evaluar la función renal y otras pruebas bioquímicas para evaluar el metabolismo.
- Hemograma: para evaluar las células de la sangre y las plaquetas. Sirve para detectar la anemia, infecciones o anomalías de las células sanguíneas.
Entre las posibles pruebas de seguimiento para evaluar mejor la salud de los riñones y su función se incluyen:
- Proteínas en orina o albúmina en orina (microalbúmina).
- Tasa de filtrado glomerular (TFG) y/o más raramente el aclaramiento de creatinina.
- Cistatina C: a veces, proporciona información adicional a la que aporta la creatinina.
- Cultivo de orina: para identificar infecciones bacterianas.
- Citología de orina: para evaluar si existen células anormales en orina e identificarlas, si procede.
Dependiendo de los resultados de la prueba inicial, así como de sus signos, síntomas, examen físico e historial médico, es posible que se soliciten otras pruebas para ayudar a investigar más a fondo la causa subyacente de la presencia de sangre en la orina. Estas pruebas no son de rutina y, por lo general, solo se realizan cuando están indicadas. Algunos ejemplos incluyen:
- Análisis de cálculos renales (piedras): para evaluar la composición de un cálculo renal que se ha eliminado por la orina; se realiza el estudio directamente sobre el cálculo.
- Pruebas para detectar trastornos hemorrágicos: tiempo de protrombina (TP), tiempo de tromboplastina parcial (TTP, aTTP).
- Pruebas para la anemia falciforme: para determinar si la hemoglobinuria puede deberse a una anemia falciforme.
- Evaluación de hemoglobinopatías: para identificar las posibles enfermedades hereditarias que afectan a los hematíes o eritrocitos.
- Pruebas de autoanticuerpos: como los anticuerpos antinucleares (ANA), para detectar las enfermedades autoinmunes.
- Antígeno prostático específico (PSA): para ayudar a identificar un cáncer de próstata.
- Biopsia renal: empleada a veces para determinar la naturaleza y extensión del daño estructural del riñón.
Otras pruebas ajenas al laboratorio
A veces se realizan pruebas de imagen y otros procedimientos para identificar las anomalías, el daño renal, obstrucciones renales, tumores y cánceres. Entre estas pruebas se incluyen:
- Cistoscopia.
- Ecografía abdominal.
- Tomografía computarizada (TC).
- Resonancia magnética.
- Cistoureterografía miccional (cuando se vacía la vejiga).
- Estudios con radioisótopos.
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Tratamiento
En las hematurias aisladas (incidentales) o en las que se autolimitan (por ejemplo, las que se producen a consecuencia de un ejercicio físico agotador), no suele ser necesario ningún tratamiento.
Los tratamientos de otras causas de hematuria dependen de la causa subyacente, que debe identificarse y tratarse.
En el caso de detectar sangre en la orina debe consultarse al médico, que sabrá actuar para interpretar su significado, identificar su causa y establecer el mejor tratamiento.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Albúmina en orina y cociente albúmina/creatinina en orina
Proteínas en orina y cociente proteína/creatinina en orina
Estados fisiológicos y enfermedades:
Hiperplasia benigna de próstata
En otras webs:
MayoClinic: Sangre en la orina (hematuria)
MSD Manuals: Sangre en la orina
KidsHealth: Sangre en la orina (hematuria)
National Kidney Foundations: What the Color of Your Urine Means
Urology Care Foundation: Hematuria