Cáncer de mama

9/6/2022

¿En qué consiste?

El cáncer de mama es un tumor maligno que se produce por el crecimiento descontrolado de las células de la mama. Afecta principalmente a las células ductales, que transportan la leche hacia el pezón, y secundariamente a los lóbulos, es decir, las glándulas productoras de leche.

Cada uno de los distintos cánceres de mama tiene sus propias características. Algunos son de crecimiento lento, mientras que otros pueden ser agresivos. Algunos tipos de cáncer son sensibles a las hormonas, como estrógenos y progesterona, en cambio, otros pueden sobreexpresar ciertas proteínas. Las características de cada tipo de cáncer tienen una repercusión directa sobre las opciones de tratamiento y sobre las probabilidades de curación y/o recurrencia.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer más frecuentemente diagnosticado en mujeres en España en el año 2023 será el de mama, con 35.001 casos. En España, aunque la mortalidad ha descendido en los últimos años gracias a los programas de cribado y a la mejora de los tratamientos, el cáncer de mama representa la primera causa de muerte por cáncer en la mujer (en los varones es el cáncer de pulmón). Se calcula que 1 de cada 8 mujeres españolas tendrá cáncer de mama en algún momento de su vida. La edad de máxima incidencia está por encima de los 50 años, pero aproximadamente un 10% se diagnostica en las mujeres menores de 40 años. El estadio en el que se ha diagnosticado el cáncer influye en la supervivencia. La supervivencia en el estadio I es de más del 98% y en cambio en el estadio IV la supervivencia desciende al 24%.

En esta página, la atención se dedica exclusivamente al cáncer de mama en las mujeres, pero los varones también pueden desarrollarlo. A los varones diagnosticados de cáncer de mama se recomienda que consulten con su médico para obtener cualquier información más específica en relación a su dolencia. Igualmente, también pueden consultar el artículo si usted es un hombre con cáncer de mama.

Acerca del cáncer de mama

Factores de riesgo

El cáncer de mama puede desarrollarse a cualquier edad, pero el riesgo de desarrollarlo aumenta a medida que la mujer envejece. La mayoría de los casos de cáncer de mama se producen sin una causa aparente. 

De acuerdo a la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los factores de riesgo para padecer un cáncer de mama son:

  • Edad: es el principal factor de riesgo para padecer un cáncer de mama, el riesgo aumenta conforme aumenta la edad.
  • Historia personal de cáncer de mama invasivo (las mujeres que han tenido un cáncer de mama invasivo tienen más riesgo de padecer un cáncer de mama contralateral), carcinoma ductal in situ o carcinoma lobulillar in situ.
  • Historia personal de enfermedad proliferativa benigna de la mama.
  • Historia familiar de cáncer de mama en un familiar de primer grado (madre, hija, hermana). Portadoras de variantes genéticas en los genes BRCA1 y BRCA2 o en otros genes que aumentan el riesgo de padecer un cáncer de mama.
  • Densidad mamaria elevada en las mamografías.
  • Factores reproductivos que aumentan la exposición a los estrógenos endógenos, como la aparición temprana de la primera regla, la menopausia tardía o la nuliparidad (no haber estado embarazada nunca).
  • El uso de terapia hormonal sustitutiva después de la menopausia aumenta el riesgo de padecer un cáncer de mama, al igual que lo hace el uso de una combinación de las hormonas estrógeno y progesterona posterior a la menopausia.
  • La exposición a radiaciones ionizantes, sobre todo durante la pubertad.
  • El consumo de alcohol.
  • La obesidad.

Variantes genéticas en BRCA1 y BRCA2

Hay mujeres que son portadoras de una variante genética en genes relacionados con la predisposición al cáncer de mama, como son BRCA1 y BRCA2. Alrededor del 5% al 10% de los cánceres de mama son hereditarios, y la causa más común de cáncer de mama hereditario es la presencia de variantes genéticas en los genes BRCA1 y BRCA2. BRCA1 y BRCA2 son dos genes supresores de tumores. La presencia de variantes genéticas en estos genes pueden afectar a su función normal, lo que permite el crecimiento celular descontrolado y aumenta el riesgo de cáncer. Las mujeres con variantes genéticas en BRCA1 o BRCA2 tienen un riesgo de aproximadamente 72% y 69% de desarrollar cáncer de mama, respectivamente.

Las mujeres que presentan una variante genética patogénica en BRCA1 o BRCA2 y por ello presentan un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, la mastectomía profiláctica es una opción. Las mujeres que eligen esta opción pueden extirparse ambos senos antes de desarrollar cáncer. Los estudios han demostrado la cirugía profiláctica puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama hasta en un 95%. Otras mujeres eligen someterse a una mastectomía profiláctica en su mama libre de cáncer después de desarrollar cáncer en el otro seno. Un profesional de la salud puede asesorar y trabajar con una mujer que esté considerando una mastectomía profiláctica.

El hecho de mantener un estilo de vida saludable (ejercicio físico regular, peso adecuado, limitar el consumo de alcohol) puede contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar un cáncer de mama. En diversos estudios de investigación se siguen identificando factores que se asocian a un mayor o menor riesgo de desarrollar la enfermedad; sin embargo, no se puede decir que exista un conjunto de actitudes que causen o que impidan el desarrollo del cáncer de mama. Los factores de riesgo más importantes para el cáncer de mama son los antecedentes familiares y la exposición a estrógenos. Es conveniente consultar al médico para determinar los factores de riesgo personales. Un ejemplo sería la capacidad de decisión de una mujer para decidir si seguir un tratamiento hormonal sustitutivo prolongado.

Las mujeres con un elevado riesgo de desarrollar un cáncer de mama pueden tomar fármacos como tamoxifeno o raloxifeno, para intentar reducir este riesgo. No obstante, el tamoxifeno puede aumentar el riesgo de formar coágulos sanguíneos, de desarrollar un cáncer de endometrio (útero) o de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Por lo tanto, la decisión respecto a tomar o no este fármaco, debe valorarse con precaución, y el médico será el profesional más indicado para orientar en la toma de decisiones.

Signos y síntomas

Es importante recordar que la mayoría de masas o bultos que pueden detectarse en la mama no se corresponden con cánceres, sino que son procesos benignos. Los síntomas y signos asociados a cánceres de mama pueden deberse también a otras causas. Entre los signos y síntomas se incluyen:

  • Masa o bulto en el pecho.
  • Enrojecimiento, engrosamiento o presencia de hoyuelos en la piel del pecho.
  • Retracción del pezón.
  • Hinchazón o dolor en el pecho.
  • Dolor y/o secreción procedente del pezón.
  • Hinchazón o presencia de algún bulto en los ganglios linfáticos de la axila adyacente.
  • Descamación y pigmentación de la piel alrededor del pezón.
  • Alteración de la forma, tamaño o apariencia de la mama.

Existe una forma rara de cáncer de mama que no cursa con la presencia de bulto, masa o tumor alguno, y se conoce con el nombre de cáncer de mama inflamatorio (CMI). Algunos de los síntomas y signos de esta enfermedad son similares a los de una infección en el pecho: calor, dolor a la palpación, hinchazón, picor, engrosamiento y presencia de surcos en la piel.

Detección precoz y cribado

La detección precoz del cáncer de mama repercute de manera muy directa en la supervivencia. Por ejemplo, la supervivencia a los cinco años del diagnóstico alcanza el 98,5% cuando el cáncer se ha detectado en una fase muy inicial y localizada. La mamografía constituye la principal herramienta para la detección precoz del cáncer de mama.

Examen clínico de las mamas y autoexploración

El American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) y el National Comprehensive Cancer Network (NCCN) consideran que un profesional sanitario puede ofrecer a las mujeres un examen clínico de los senos cada 1 a 3 años para las mujeres de 25 a 39 años como parte de su examen de salud regular y anualmente para mujeres de 40 años o más.

Según la ACOG y la NCCN, la autoexploración de los senos es importante. Las mujeres deben hablar sobre la autoexploración de sus mamas con su profesional sanitario e informar rápidamente sobre cualquier cambio en la apariencia y el tacto normales de sus senos. Estos cambios pueden incluir dolor, una masa, secreción del pezón que no sea leche materna o enrojecimiento.

Mamografía

Además de los exámenes clínicos de los senos, la principal herramienta de detección precoz del cáncer de mama es una mamografía. La comunidad médica reconoce el valor de la detección del cáncer de mama y la mamografía, pero existen algunas diferencias en los consejos sobre la frecuencia con la que se debe realizar o cuándo se debe comenzar. La mayoría de las organizaciones de salud están de acuerdo en que las mujeres deben trabajar con su médico para evaluar su riesgo personal de desarrollar cáncer de mama y determinar lo mejor para ellas. Se debe discutir la consideración de los beneficios de la detección, así como los daños. Aunque las pruebas de detección pueden detectar el cáncer de manera temprana cuando es más tratable, también pueden generar resultados falsos positivos, ansiedad y procedimientos de seguimiento innecesarios e invasivos, como biopsias. En España se realizan cribados del cáncer de mama mediante mamografías, pero su implantación varía entre las diferentes comunidades autónomas.

Recomendaciones para las mujeres con riesgo medio

Las mujeres con riesgo medio son las que no tienen historia familiar o personal de cáncer de mama ni tampoco otros factores de riesgo para desarrollarlo.

Las mamografías generalmente no se recomiendan para las mujeres menores de 40 años sin factores de riesgo conocidos.

La siguiente tabla resume las recomendaciones de varias organizaciones de salud. Es posible que desee analizar las opciones con su médico para decidir la mejor opción para usted.

La American Cancer Society (ACS) recomienda lo siguiente:

  • Mujeres de 40 años: cribado con una primera mamografía.
  • Mujeres de entre los 45 y 54 años: mamografía con carácter anual.
  • Mujeres mayores de 54 años: mamografía anual o cada dos años.
  • Mujeres con elevado riesgo: se puede optar por resonancia magnética además de la mamografía, a partir de los 30 años.

La U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) recomienda:

  • Mamografía cada 2 años en las mujeres con edades comprendidas entre 50 y 74 años.
  • No recomienda el cribado con mamografía por debajo de los 50 años.
  • No recomienda enseñar a autoexplorar la mama.
  • Concluye que no existe suficiente evidencia a favor o en contra del cribado con resonancia magnética.

El American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) recomienda:

  • A partir de los 40 años: cribado con mamografía cada 1 ó 2 años.
  • Mujeres mayores de 40 años: exploración anual de la mama por un médico.
  • Mujeres de entre 20 y 30 años: exploración de la mama por un médico cada 1 a 3 años.
  • Autoexploración de la mama: las mujeres tienen que conocer cuál es la apariencia habitual de sus pechos y tienen que informar al médico acerca de cualquier posible alteración.

La American Medical Association es partidaria de que cualquier mujer mayor de 40 años pueda tener acceso a una mamografía de cribado, siempre y cuando ella lo desee y su médico esté de acuerdo.

Recomendaciones para las mujeres con riesgo elevado

A las mujeres con ciertos factores de riesgo se les puede recomendar que comiencen a hacerse las pruebas de detección a una edad más temprana y que se las hagan con más frecuencia, con pruebas adicionales, como pruebas de imagen. Por ejemplo, la ACS expone que las mujeres con alto riesgo de cáncer de mama pueden optar por hacerse una resonancia magnética además de una mamografía anual a partir de los 30 años y durante todo el tiempo que tengan buena salud.

Pruebas relacionadas

Los objetivos de estas pruebas para el cáncer de mama son los siguientes:

  • Identificar el riesgo genético en las mujeres que tienen un riesgo elevado.
  • Detectar y diagnosticar el cáncer de mama en sus estadios iniciales.
  • Determinar si existe diseminación o propagación (metástasis).
  • Evaluar las características del cáncer con la finalidad de dirigir el tratamiento.
  • Monitorizar la efectividad del tratamiento y realizar un seguimiento adecuado de la persona para detectar y corregir cualquier recurrencia del cáncer.

En la siguiente tabla se describen algunas de las pruebas realizadas en el caso del cáncer de mama. Las pruebas en las que se necesita obtener una muestra de tejido pueden suponer la realización de una biopsia realizada por punción y aspiración con una aguja fina para tomar células de la mama (PAAF) o bien la extirpación quirúrgica de parte del tejido mamario o de tejido tumoral (biopsia abierta).

Pruebas de laboratorio

Las pruebas de laboratorio se pueden dividir en dos grupos en función de la finalidad de su determinación.

Riesgo genético

Variantes genéticas en los genes BRCA1 y BRCA2: las mujeres que tienen un elevado riesgo debido a un antecedente personal o familiar de cáncer de mama de presentación precoz o de cáncer de ovario pueden someterse a este estudio para conocer si tienen la variante genética familiar. La presencia de un variante genética patogénica en alguno de los genes indica un riesgo significativamente mayor (entre 50 % y 80%) de desarrollar cáncer de mama. Es importante recordar que la mayoría de los cánceres de mama acontecen en mujeres en las que no se detecta mutación alguna en los genes BRCA y que solo existe tal mutación en un 5-10% de los cánceres de mama. Debería ofrecerse consejo genético a las pacientes afectadas, tanto antes de realizar la prueba como una vez recibidos los resultados.

Las existencia de variantes genéticas en otros genes, tales como ATM, CHEK2, PTEN, STK11 y PALB2, también pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama hereditario. Sin embargo, la presencia de estas variantes genéticas es menos común en la población y provoca un menor aumento del riesgo de padecer cáncer de mama respecto a la existencia de variantes en los genes BRCA. Algunos laboratorios ofrecen perfiles de pruebas genéticas realizadas mediante secuenciación de nueva generación o Next Generation Sequencing (NGS) que pueden detectar la existencia de variantes genéticas en uno o más de estos genes.

Diagnóstico mediante citología y cirugía

Cuando un radiólogo detecta en una mamografía un área sospechosa (como calcificaciones o una masa no palpable), o cuando se ha detectado una masa durante un examen, el médico solicitará alguna de las pruebas siguientes:

  • Punción aspiración con aguja fina (PAAF): se utiliza una aguja fina y una jeringa para extraer una muestra de células del área sospechosa de la mama.
  • Biopsia con aguja gruesa: se utiliza una aguja de mayor calibre para extraer un "núcleo" sólido de tejido mamario. En este caso, se pueden obtener una o más muestras del núcleo.
  • Biopsia quirúrgica: un médico extirpa todo o parte del área sospechosa de la mama.

El patólogo examina las células al microscopio, buscando signos de malignidad. Este tipo de examen se realiza para conocer si la lesión es benigna o maligna.

Las células malignas presentan alteraciones respecto a las células normales. Los signos que se buscan incluyen modificaciones del aspecto, de la forma y del tamaño de los núcleos de las células y evidencia de una división celular aumentada. Las células malignas también pueden distorsionar la disposición normal de las células en el tejido mamario. Los patólogos pueden diagnosticar un cáncer basándose en los cambios observados, pueden determinar el grado de malignidad, así como establecer si existe un único tipo de alteración o varias. Estos resultados son muy valiosos para establecer el tratamiento.

La punción aspiración con aguja fina (PAAF) tiene un uso limitado debido a que se obtiene una cantidad de muestra muy pequeña. A menudo se necesita una biopsia de tejido para determinar si las células cancerosas se encuentran en una fase inicial o en un estadio invasivo. Cuando se extirpa quirúrgicamente un cáncer de mama, se examinan las células del tumor, y las células del tejido adyacente y de los ganglios linfáticos, para establecer el grado de diseminación o de propagación del cáncer.

Si desea más información puede consultar este artículo: anatomía patológica.

Determinar las opciones de tratamiento

Si el patólogo establece el diagnóstico de cáncer de mama, pueden realizarse otras pruebas en las mismas células cancerosas. Los resultados de estas pruebas proporcionan un pronóstico y son de ayuda para el oncólogo para establecer el tratamiento más adecuado.

  • Sobreexpresión de HER2: HER2 es un oncogén que se asocia al crecimiento celular. Las células epiteliales normales contienen 2 copias del gen HER2 y producen cantidades pequeñas de la proteína HER2 en la superficie celular. Aproximadamente, en un 20%-30% de los cánceres de mama invasivos, el gen HER2 se amplifica y su proteína se encuentra sobreexpresada. Esto constituye un hallazgo muy importante ya que estos tumores pueden tratarse con sustancias que se fijan específicamente a esta proteína que se sobreexpresa. Los fármacos dirigidos contra HER2 incluyen, por ejemplo, trastuzumab (herceptina®) y lapatinib. Las mujeres que presentan una amplificación del gen HER2 responden bien a estos fármacos y su enfermedad tiene buen pronóstico.
  • Receptores de estrógenos y progesterona: constituyen unos marcadores pronósticos muy importantes del cáncer de mama y son útiles en el tratamiento. Las células tumorales que presentan receptores de estrógenos y/o progesterona pueden fijar estrógenos y progesterona. Estas hormonas femeninas estimulan el crecimiento celular y por lo tanto, están favoreciendo el crecimiento de los tumores con receptores positivos. Cuanto más porcentaje de células positivas y cuanto mayor sea la intensidad de esta positividad (mayor cantidad de receptores por célula), mejor pronóstico tendrá el proceso canceroso. Así, los cánceres dependientes de hormonas suelen responder bien al tratamiento hormonal que bloquea los estrógenos o los disminuye.

Los cánceres de mama negativos para HER2 y receptores de estrógenos y progesterona se conocen como "triple negativo". Estos son más frecuentes en las mujeres jóvenes y en las mujeres descendientes de poblaciones africanas o hispánicas. Por otra parte, una paciente con cáncer de mama "triple negativo", puede presentar una mayor predisposición a tener variantes genéticas del gen BRCA.

Los tumores triple negativos tienen tendencia a crecer y a diseminarse más rápidamente que otros cánceres y por ello, presentan un peor pronóstico. No responden al tratamiento con trastuzumab debido a que sus células no presentan HER2, y como tampoco expresan receptores de estrógenos y progesterona, por lo que no pueden tratarse con hormonas que bloqueen dichos receptores. No obstante, se dispone de otros tipos de agentes quimioterápicos. Se están realizando nuevos estudios para evaluar nuevos medicamentos y ver si el tratamiento con estos medicamentos solos o en combinación con quimioterapia puede tratar los cánceres de mama triple negativos.

Monitorización del tratamiento

CA 15-3 es una proteína producida por las células de la mama. En muchas mujeres con cáncer de mama existe un aumento de la producción de CA 15-3 y de un antígeno relacionado (CA 27-29). El CA 15-3 no produce cáncer, sino que las células cancerosas liberan la proteína hacia la circulación sanguínea, de modo que el CA 15-3 constituye un marcador tumoral de gran utilidad para el seguimiento de la enfermedad. Sus niveles aumentan aproximadamente en un 10% de mujeres con cáncer de mama localizado y en fases muy iniciales, pero también se elevan en un 80% de mujeres con cáncer de mama metastásico. Después del tratamiento, se puede solicitar regularmente la determinación de CA 15-3 o CA 27-29 en sangre para monitorizar la aparición de recurrencias del cáncer. Estos marcadores no se emplean con finalidades de cribado o diagnóstico del cáncer de mama, pero son útiles para el seguimiento.

Otras pruebas de laboratorio:

Existen otras pruebas adicionales y otras en fase de investigación que evalúan múltiples patrones genéticos en el tejido tumoral de cáncer de mama. Estas pruebas se consideran como pruebas predictivas de la recurrencia del cáncer y del resultado del tratamiento. La American Society of Clinical Oncology (ASCO) menciona muchas de estas pruebas en sus recomendaciones del año 2019 en la guía clínica (Use of Biomarkers to Guide Decisions on Adjuvant Systemic Therapy for Women With Early-Stage Invasive Breast Cancer: ASCO Clinical Practice Guideline Update—Integration of Results From TAILORx) y en el año 2016 en la guía clínica (Use of Biomarkers to Guide Decisions on Systemic Therapy for Women With Metastatic Breast Cancer).

Dos de los más comunes son MammaPrint y Oncotype DX Breast. Para obtener más información, consulte el artículo sobre pruebas de expresión génica para el cáncer de mama

  • Oncotipo DX®: la ASCO indica que esta prueba que tiene la capacidad de evaluar 21 genes, puede utilizarse para predecir el riesgo de recurrencia del cáncer en mujeres a las que se acaba de diagnosticar un cáncer de mama con las siguientes características: en sus fases más iniciales, sin afectación de ganglios linfáticos, con receptores de estrógenos positivos, y en tratamiento con tamoxifeno. 
  • MammaPrint®: esta prueba estudia patrones de actividad genética en 70 genes tumorales. Puede ser útil para predecir si va a existir recurrencia y/o si se producirán metástasis en mujeres con cáncer de mama en estadios iniciales.

Existen pruebas adicionales que pueden utilizarse en algunos casos de cáncer de mama, como el número de cromosomas de las células cancerosas (ploidía) y los marcadores de proliferación, como por ejemplo Ki-67. Puede encontrar más información en el artículo Breast Cancer: Ploidy and Cell Proliferation. Sin embargo, la gran mayoría de expertos coinciden en que las pruebas más importantes y las que se deben considerar en primer lugar son el estado de expresión de HER2 y los receptores de estrógenos y progesterona. El resto de pruebas no conlleva implicaciones terapéuticas ni son marcadores independientes que se asocien de manera significativa a un mejor o peor pronóstico de la enfermedad. Algunos centros médicos utilizan estas pruebas como fuente de información adicional en la evaluación de este subgrupo de mujeres, siendo muy importante considerarlas y discutir el valor que aportan con todos los profesionales médicos implicados en el seguimiento del cáncer de mama. 

Otras pruebas ajenas al laboratorio

Existen otras pruebas que presentan una gran relevancia en el diagnóstico, seguimiento y establecimiento de un pronóstico en el cáncer de mama. Entre ellas se incluyen:

  • Mamografía: ampliamente recomendada como prueba de cribado. Se basa en tecnología de rayos X y produce una imagen de las mamas que puede poner de manifiesto un cáncer de mama, incluso hasta 2 años antes de que el tumor sea suficientemente grande como para que se pueda palpar en una autoexploración.
  • Ecografía o una resonancia magnética: pueden ser muy útiles en mujeres jóvenes en las que a menudo el tejido mamario es demasiado denso para permitir evidenciar la presencia de un tumor en una mamografía estándar.
  • Nuevas tecnologías: como la mamografía digital y la detección asistida por ordenador pueden proporcionar imágenes más claras que una mamografía convencional.

Para obtener más información sobre las mamografías y las pruebas de imagen puede consultar la página del Instituto Nacional del Cáncer o la de RadiologyInfo.org.

Estadios

El cáncer de mama puede dividirse en distintos estadios, que reflejan la cantidad de masa tumoral y el grado de extensión del cáncer en el organismo. Normalmente, cuanto más bajo es el estadio, menor es la diseminación del cáncer en el organismo. El hecho de disponer de un estadio minucioso del cáncer ayuda a tomar las mejores decisiones terapéuticas y a establecer un pronóstico (predecir el curso de la enfermedad y las probabilidades de remisión y/o recurrencia). Si desea más información acceda al artículo sobre anatomía patológica.

Tratamiento

Muchos de los cánceres de mama se intervienen de forma quirúrgica para intentar extraer tanto tejido canceroso como sea posible, y posteriormente se establece algún otro tipo de tratamiento para controlar o eliminar totalmente cualquier otra célula cancerosa que hubiera quedado mediante radioterapia, quimioterápia u otros tipos de tratamiento. Si se realiza una resección (eliminación) de la masa y se deja intacto el resto de tejido mamario se habla de lumpectomía. En una mastectomía la cantidad de tejido mamario eliminado puede variar según los casos. Anteriormente, la mastectomía constituía la técnica de elección, incluso en los cánceres en fases iniciales; actualmente existen otras opciones terapéuticas.

La eliminación de la masa (lumpectomía) seguida de irradiación resulta tan efectiva como la mastectomía para tratar los cánceres en fases iniciales. Tanto si se opta por una resección del cáncer como por una mastectomía, es necesario eliminar también algunos o todos los ganglios linfáticos axilares, para analizarlos también y saber si el cáncer se ha propagado.

En función de cada mujer, de las características de su cáncer y de si el tumor se ha diseminado o no, se opta por el tratamiento con radioterapia, quimioterapia y/o tratamientos con otros fármacos. Entre estos fármacos se incluye el tamoxifeno, los inhibidores de la aromatasa y fármacos anti-estrógenos que resultan útiles en los cánceres sensibles a hormonas. Los cánceres que sobreexpresan la proteína HER2 pueden beneficiarse del tratamiento con herceptina® (trastuzumab) y lapatinib. Estos fármacos pueden mejorar la supervivencia de manera sustancial en las mujeres con cáncer de mama invasivo HER2 positivo.

Se están dedicando grandes esfuerzos de investigación en el campo del cáncer de mama y su tratamiento; el médico es quien mejor podrá informar al respecto. Se están desarrollando también otros fármacos, algunos con menos efectos colaterales e indeseables que los medicamentos más antiguos. Finalmente, existen fármacos y vacunas prometedores dirigidos específicamente hacia el gen; algunos de ellos se utilizan, pero de manera muy limitada.

Enlaces

Pruebas relacionadas:

Mutaciones del gen BRCA

Marcadores tumorales

CA 15-3

HER2/neu

Receptores de estrógenos y progesterona

Pruebas de expresión génica para el cáncer de mama

Biopsia líquida 

Cribados:

Cribado de adultos jóvenes (19-29 años)

Cribado de adultos (30-49 años)

Cribado de adultos mayores de 50 años

Noticias:

Proteína RANK en cáncer de mama: un mecanismo protector que se convierte en dañino

Biopsia líquida en cáncer de mama

La American Cancer Society recomienda mamografías más tarde y menos frecuentes para las mujeres con riesgo promedio de cáncer de mama

Videos:

Espías de laboratorio: Biomarcadores y cáncer. La aportación del laboratorio y del DIV

Asociaciones de pacientes:

Asociación Española Contra el Cáncer (AECC): Cáncer de mama

En otras webs:

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Cáncer de mama

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Las cifras del cáncer en España 2023

Ministerio de Sanidad: Detección precoz del cáncer

American Cancer Society (ACS): Cáncer de seno

Instituto Nacional del Cáncer (NIH): Cáncer de seno (mama)-Versión para pacientes

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Cáncer de mama

MayoClinic: Cáncer de mama

Medline: Cáncer de mama

National Cancer Institute (NIH): Breast Cancer Risk Assessment Tool: Online Calculator (The Gail Model)

National Human Genome Research Institute (NIH): About Breast Cancer

National Comprehensive Cancer Network (NCCN): Guidelines for Patients, Ductal
Carcinoma In Situ Breast Cancer

Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Know: BRCA Tool

College of American Pathologists (CAP): How to Read Your Pathology Report

Patient Power: Breast Cancer

Susan G. Komen Breast Cancer Foundation: Inherited Gene Mutations

Pregúntenos

Thank you! Your submission has been received!
Oops! Something went wrong while submitting the form.
Pregúntenos image