También conocido como: PPD, derivado proteico purificado, prueba de Mantoux, prueba de infección latente de tuberculosis
Nombre sistemático: prueba cutánea de la tuberculina, ensayo de liberación de interferón gamma
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para detectar la infección activa o latente de la tuberculosis (TB).
¿Cuándo hacer el análisis?
Cuando se tiene un elevado riesgo de haber estado expuesto a la micobacteria causante de la tuberculosis, a veces como parte de un examen realizado previamente al iniciar el colegio o al incorporarse a un nuevo trabajo (profesores, guarderías, profesionales sanitarios), cuando se presentan signos y síntomas consistentes con una tuberculosis.
¿Qué muestra se requiere?
Para la prueba cutánea de la tuberculina, conocida como PPD, no se requiere ninguna muestra. Se inyecta intradérmicamente (capa más superficial de la piel) en la parte interna del antebrazo, una pequeña cantidad de una solución con un derivado proteico purificado.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
¿Qué es lo que se analiza?
La TB es una enfermedad infecciosa causada por el Mycobacterium tuberculosis. La tuberculosis afecta principalmente a los pulmones, aunque puede afectar a muchos otros órganos y sistemas, como el tracto urinario, el sistema nervioso central, huesos y articulaciones. La prueba cutánea de la TB es útil para averiguar si una persona está infectada por el Mycobacterium tuberculosis, y evalúa la respuesta del sistema inmunitario a los antígenos derivados de esta bacteria, directamente en el caso de la prueba cutánea.
La TB puede causar una infección inactiva (latente) o una enfermedad activa y progresiva. Aproximadamente el sistema inmunitario del 90% de las personas que se infectan con esta bacteria logra controlar el desarrollo de la enfermedad y limitar la infección a unas pocas células del organismo. Aunque las bacterias en estas células están inactivas, siguen vivas. El individuo no está enfermo, no presenta ningún síntoma y no es infeccioso, pero tiene una infección tuberculosa latente.
Si el sistema inmunitario del individuo se debilita posteriormente (inmunocomprometido), la micobacteria en estado latente puede crecer otra vez, pasando a ser un caso activo de la enfermedad. Esta forma activa de TB causa la enfermedad en el individuo y puede transmitirse a otras personas a través de las secreciones respiratorias como el esputo o por los aerosoles liberados al toser, estornudar, reír, hablar, cantar o respirar.
La PPD puede detectar una infección por el Mycobacterium tuberculosis, pero no es capaz de distinguir entre la infección latente y la infección activa. Para establecer el diagnóstico de una tuberculosis activa deben emplearse otras pruebas, como el cultivo de micobacterias.
¿Cómo se obtiene la muestra para el análisis?
En el caso de la prueba cutánea no se requiere ninguna muestra. La prueba se realiza en la piel del individuo. Se utiliza una solución de PPD que contiene los antígenos del Mycobacterium tuberculosis, pero no bacterias vivas, con objeto de provocar una reacción de hipersensibilidad en la piel (se produce una protuberancia rojiza) en aquellas personas que se han infectado con la micobacteria.
En primer lugar, el profesional sanitario encargado de realizar la prueba limpia la parte interior del antebrazo con alcohol y espera hasta que la piel esté seca. Utilizando una jeringa de 1 mL y una aguja muy fina, se inyecta una pequeña cantidad de la solución PPD justo por debajo de la primera capa de piel. Si se realiza correctamente, la inyección produce una pequeña burbuja de líquido que parece una ampolla. El área de la inyección debe dejarse al descubierto y la persona no debe tocarse ni rascarse en la misma. Al cabo de 48-72 horas, el profesional sanitario tiene que observar si se ha producido una reacción dérmica local en la zona de la inyección.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
Aunque las pruebas de cribado de la TB no se aplican como pruebas de cribado general, se utilizan en el cribado de determinadas poblaciones, concretamente en aquellas poblaciones que tienen un mayor riesgo de padecer una tuberculosis:
- Personas inmunodeprimidas (con el sistema inmunitario debilitado), como sucede en las personas con la infección por VIH o SIDA, ya que son más vulnerables a la tuberculosis.
- Colectivos y personas que viven en espacios reducidos como residencias de ancianos y centros penitenciarios, también en escuelas y centros para menores.
- Profesionales sanitarios y otros cuyos trabajos implican tener un estrecho contacto con personas que tienen una TB activa.
- Personas que han estado en contacto íntimo con alguien que sea un caso activo de TB.
- Personas con signos y síntomas consistentes con una tuberculosis activa.
- Personas que han vivido durante un período de tiempo en un país extranjero donde la TB es más frecuente.
- Consumidores de drogas por vía intravenosa.
Las pruebas de cribado de la TB se utilizan también en algunas ocasiones como un examen previo antes de incorporarse a la escuela o a un nuevo trabajo. Como las mujeres embarazadas pueden transmitir la TB a sus hijos, algunas veces se realiza el cribado a la futura madre.
Cuando se utiliza la prueba cutánea como cribado, se realiza en dos etapas. En primer lugar se inyecta una pequeña cantidad del PPD justo debajo de la primera capa de la piel, en el antebrazo. Al cabo de 48-72 horas, el profesional sanitario tiene que observar si se ha producido una reacción dérmica local en la zona de la inyección.
¿Cuándo se solicita?
Prueba cutánea de la TB
La PPD se solicita:
- Anualmente en los individuos que forman parte de un grupo de alto riesgo, ya sea porque tienen una enfermedad que debilita su sistema inmunitario o porque trabajan o viven cerca de grupos de alto riesgo.
- Antes de incorporarse a una nueva escuela o a un nuevo puesto de trabajo.
- Cuando una persona ha estado en contacto con otra persona con tuberculosis activa; se realizaría a las 6 semanas de la exposición ya que suele ser necesario que transcurra este intervalo de tiempo para que se produzca un resultado positivo.
- Cuando una persona ha vivido durante mucho tiempo en un país en el que la tuberculosis es frecuente.
- Cuando una persona presenta signos y síntomas de tuberculosis, como tos crónica con producción de flema o esputo, a veces con sangre, fiebre, escalofríos, sudoración nocturna y pérdida de peso inexplicable.
La prueba cutánea de la TB no debería realizarse cuando un individuo ha tenido una reacción positiva previa, ya que es más probable que se presente una reacción local grave en una segunda PPD.
¿Qué significa el resultado?
Un profesional de la salud interpretará el resultado observando si al cabo de 48-72 horas se ha producido una reacción dérmica en el sitio de inyección del PPD. Un resultado positivo formará un círculo elevado rojo e hinchado en el sitio de la inyección. El tamaño (diámetro) del círculo elevado hinchado determina si se produjo la exposición a la TB. El tamaño que se considera positivo varía con el estado de salud y la edad del individuo. Incluso cuando están infectados, los niños, los ancianos y las personas que están gravemente inmunocomprometidas (como las personas con SIDA) pueden tener reacciones más pequeñas, tardías o incluso negativas a la PPD. Para más información consultar el documento: Plan para la prevención y control de la tuberculosis en España.
Un resultado positivo para PPD indica que es probable que la persona haya estado expuesta a la micobacteria causante de la tuberculosis y puede tratarse de una infección latente o de una infección activa. En el caso de sospecha de tuberculosis se solicitan pruebas adicionales como radiografía de tórax y cultivo de micobacterias para confirmar el diagnóstico.
El resultado negativo de la prueba indica que la persona no tiene tuberculosis. Sin embargo, el resultado negativo no descarta definitivamente la tuberculosis: es posible que el sistema inmunitario no haya sido capaz de responder a los antígenos o bien que sea demasiado temprano para poner de manifiesto la exposición. Suelen transcurrir unas 6 semanas antes de que la persona infectada presente una reacción positiva a la prueba. Es posible que el médico quiera repetir la prueba para confirmar un resultado negativo o uno indeterminado.
Ocasionalmente, en una persona con una infección por alguna otra especie de Mycobacterium, por ejemplo Mycobacterium kansasii, el resultado de la prueba cutánea de cribado de la TB puede ser un falso positivo. Los resultados positivos deberían ir acompañados de otras pruebas como la radiografía de tórax, para buscar los signos de una TB activa. Si se sospecha una TB activa, debe realizarse un cultivo de micobacterias para confirmar el diagnóstico y analizar la sensibilidad de la bacteria a los posibles fármacos empleados en el tratamiento.
¿Hay algo más que debería saber?
Pueden observarse unos resultados positivos para la prueba cutánea de TB en las personas vacunadas con BCG (bacilo de Calmette-Guérin).
A pesar de obtener un resultado negativo, es posible que la prueba cutánea haya causado picor o molestias en la zona de la inyección. Es posible que no se observe una respuesta a la prueba cutánea (aunque se esté infectado por la micobacteria) si se ha padecido una infección vírica reciente o se ha recibido una vacuna con partículas víricas "vivas" (como en el caso del sarampión, paperas o parotiditis, varicela y gripe); también cuando se padece una tuberculosis muy grave, alguna otra infección bacteriana, o se están tomando fármacos inmunosupresores, como los corticosteroides.
Si se ha recibido alguna de estas vacunas con virus vivos, deben transcurrir 6 semanas antes de realizarse la prueba cutánea de la TB.
Infección tuberculosa latente (ITL)
El riesgo de progresión de una ITL a una enfermedad activa depende de muchos factores, siendo el estado inmunitario el más importante, además el riesgo es superior en los contactos de TB activa y particularmente en los niños menores de 5 años.
Según la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) se realizará el diagnóstico de infección en aquellas personas que presenten más riesgo de progresar a una enfermedad activa:
- Contactos de un paciente con enfermedad tuberculosa.
- Personas con infección por el VIH.
- Pacientes en las siguientes circunstancias:
-Inicio de tratamiento con terapias biológicas o inmunosupresoras.
-Diálisis.
-Candidatos a trasplante de órgano sólido progenitores hematopoyéticos.
-Silicosis (enfermedad que afecta al sistema respiratorio por inhalación de partículas de sílice).
-Cambios fibróticos en la radiología de tórax sugestivos de TB.
¿Se debe realizar una prueba de cribado de la TB si se está embarazada?
Sólo si es necesario y siempre bajo la supervisión del médico. Por otro lado, como la TB puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo, si existe un elevado riesgo de contraer la TB el médico puede creer necesaria la realización de alguna de estas dos pruebas de cribado. Ninguna de ellas conlleva riesgo para el embarazo.
¿Qué sucede con la interpretación del resultado si transcurren más de 72 horas desde la realización de la prueba cutánea?
Normalmente, en el caso de no acudir a las 48-72 horas de haberse realizado la prueba cutánea, será necesario repetirla.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Estados fisiológicos y enfermedades:
Artículos:
Plan para prevenir la transmisión y expansión de la tuberculosis
En otras webs:
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Pruebas y Diagnóstico
EFE: Salud. Plan contra la tuberculosis: motor de arranque para erradicar la enfermedad
Plan para la prevención y control de la tuberculosis en España
Sociedad Española de Epidemiología (SEE)
Organización Mundial de la Salud (OMS): Tuberculosis
También conocido como: HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).