También conocido como: prueba de antiglobulina directa, Coombs directo
Nombre sistemático: prueba antiglobulina directa
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para conocer si un incremento en la destrucción de los hematíes (anemia hemolítica) puede ser debida a las enfermedades autoinmunes o a fármacos; para investigar una reacción transfusional; para diagnosticar la enfermedad hemolítica en el recién nacido.
¿Cuándo hacer el análisis?
Si se presentan síntomas sugestivos de una anemia hemolítica como cansancio, dificultad para respirar, dolor de cabeza, palidez y el médico desea averiguar si esto sucede porque el sistema inmunitario produce por error unos anticuerpos que destruyen los hematíes (glóbulos rojos).
Si se ha recibido recientemente una transfusión de sangre y se presentan síntomas de una reacción transfusional como mareos, dolor de espalda, orina oscura, dificultad para respirar.
Cuando un recién nacido presenta signos de enfermedad hemolítica del recién nacido.
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
Qué es lo que se analiza?
La prueba de la antiglobulina directa (Coombs directo) detecta los anticuerpos unidos a los glóbulos rojos de la sangre. Los hematíes o eritrocitos (glóbulos rojos) presentan en su superficie celular unas estructuras conocidas como antígenos. Cada persona tiene un conjunto de antígenos característicos de sus hematíes, determinado por lo que hereda de sus padres. Los antígenos principales de superficie de los hematíes humanos son los antígenos A y B, otorgando a los individuos unos grupos sanguíneos característicos: A, B, AB o 0, en función de la presencia o ausencia de dichos antígenos. Otro antígeno de superficie importante es el D dentro del grupo Rh de la sangre. Si el antígeno D está presente en los hematíes de una persona, se dice que la persona es Rh+ (positivo); si estuviera ausente sería Rh- (negativo). Para más información acerca de estos antígenos, se puede acceder al artículo sobre tipaje sanguíneo. Por otra parte, existen otros muchos antígenos eritrocitarios que también caracterizan a otros grupos sanguíneos menos conocidos, como los grupos Kell, Duffy y Kidd.
Los motivos por los que los anticuerpos se unen a los antígenos de los hematíes pueden ser varios:
- En las enfermedades autoinmunes y algunas otras situaciones: hay personas que producen anticuerpos dirigidos contra sus propios antígenos eritrocitarios. Algunas de las causas son las siguientes: enfermedades autoinmunes como el lupus, enfermedades malignas como los linfomas, infecciones como la neumonía por micoplasma y la mononucleosis.
- En las anemias inducidas por fármacos: algunos fármacos hacen que los anticuerpos ataquen a los antígenos de los hematíes, causando hemólisis incluso en ausencia del fármaco. A veces, los fármacos se fijan a la superficie del hematíe causando anticuerpos que reaccionan frente a los hematíes (es relativamente raro, 1 entre un millón). Esto sucede con ciertos antibióticos como las penicilinas, cefalosporinas y piperacilinas administradas por vía intravenosa. El paciente debe indicarle al médico los fármacos que está tomando últimamente. En el caso de que el médico sospeche que el paciente tenga una anemia inducida por fármacos, suspenderá el tratamiento. Los síntomas suelen resolverse tan pronto como deja de tomarse el fármaco.
- En las incompatibilidades materno-fetales: un bebé puede heredar los antígenos paternos que no se encuentran en los hematíes de la madre. Durante el embarazo y en el momento del parto algunas células del bebé entran en la circulación materna y la madre puede quedar así expuesta a los antígenos extraños. Como respuesta, el sistema inmunológico de la madre producirá anticuerpos dirigidos contra los hematíes del bebé produciendo la enfermedad hemolítica en el recién nacido. Se realiza una prueba de antiglobulina directa en la sangre del bebé para determinar si los anticuerpos de la madre se han adherido a los glóbulos rojos del bebé. La enfermedad hemolítica del recién nacido es un problema serio que puede obligar a una transfusión de sangre inmediata al niño para que sobreviva. Afortunadamente esta situación es rara en la actualidad gracias al desarrollo de las inmunoglobulinas Rh, que consiste en una inyección que recibe la madre en el momento adecuado, durante o justo después del embarazo, para evitar que desarrollen anticuerpos contra el Rh. También puede recurrirse a transfusiones para el recién nacido.
- En una transfusión sanguínea: antes de recibir una transfusión sanguínea, se verifica la compatibilidad ABO y Rh entre el receptor y el donante, para prevenir las reacciones transfusionales graves; es importante saber que los anticuerpos del receptor no reaccionen ni destruyan los hematíes del donante. En una transfusión sanguínea, el sistema inmune del receptor también reconoce como extraños a otros antígenos que sus hematíes no tengan, como los de otros grupos sanguíneos (por ejemplo, Kell o Kidd). El receptor puede entonces generar anticuerpos que se unirán a los hematíes del donante. Cuantas más transfusiones se haya recibido, más fácil es que se presenten anticuerpos frente a los hematíes. Cuando una persona presenta síntomas de una reacción transfusional después de haber recibido sangre, se realiza una prueba de antiglobulina directa para determinar si los anticuerpos se han unido o no a los hematíes del donante.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
La prueba de antiglobulina directa o Coombs directo se utiliza principalmente para determinar si una anemia, en la que la tasa de destrucción de los hematíes o células rojas de la sangre es superior a la tasa de producción de las mismas, es debida a la presencia de anticuerpos frente a los hematíes. Esto puede suceder en las anemias hemolíticas autoinmunes porque la persona produce anticuerpos frente a los antígenos de sus propios hematíes (autoanticuerpos).
La prueba de antiglobulina directa también se utiliza para diagnosticar la enfermedad hemolítica en el recién nacido debida a la incompatibilidad sanguínea materno-fetal.
La prueba de antiglobulina directa también puede utilizarse para evaluar una posible reacción transfusional.
¿Cuándo se solicita?
La prueba de antiglobulina directa se solicita cuando se sospecha la existencia de una anemia hemolítica y se quiere conocer su causa.
También se solicita la prueba en los recién nacidos que sean hijos de madres con riesgo, o si presentan signos de enfermedad hemolítica en el recién nacido, en ausencia de otras causas que expliquen los síntomas, que pueden ser:
- Palidez.
- Ictericia y aumento de la bilirrubina.
- Aumento del tamaño del hígado o del bazo.
- Hinchazón generalizada.
- Dificultad para respirar.
También se solicita una prueba de antiglobulina directa ante la presencia de signos y síntomas de una reacción transfusional, como:
- Fiebre, escalofríos.
- Dolor de espalda.
- Sangre en la orina.
¿Qué significa el resultado?
Si la prueba de antiglobulina directa resulta positiva es indicativo de que existen anticuerpos unidos a los hematíes. Normalmente, cuanto más intensa sea la reacción (más positiva sea la prueba de antiglobulina), más cantidad de anticuerpo unido a los hematíes habrá, pero esto no siempre se corresponde con la gravedad de los síntomas, especialmente si los glóbulos rojos ya han sido destruidos. Esta prueba detecta la presencia de anticuerpos, sin embargo no indica el origen o el tipo exacto de anticuerpo. Es necesario realizar una buena historia clínica y un examen físico exhaustivo para determinar el resultado positivo de la prueba. Algunos ejemplos que pueden dar lugar a resultados positivos son:
- Reacción transfusional.
- Enfermedades autoinmunes como el lupus.
- Enfermedades malignas como los linfomas.
- Infecciones como la neumonía por micoplasma y la mononucleosis.
- Fármacos como la penicilina.
- Incompatibilidad de grupo sanguíneo materno-fetal.
Cabe destacar que un porcentaje pequeño de la población sana presenta también una reacción positiva a la prueba de antiglobulina directa, sin presentar una anemia hemolítica.
Si la prueba de antiglobulina directa es negativa, los signos y síntomas seguramente se deben a otras causas y lo más probable es que los anticuerpos no vayan dirigidos contra los hematíes.
¿Se pueden adquirir los anticuerpos a partir de una donación de sangre?
No, no existe riesgo de exponerse a la sangre de ninguna otra persona en el curso de una donación de sangre.
¿Si una madre ha presentado una incompatibilidad con un hijo, la presentará también con todos los demás?
Depende de si el bebé presenta los antígenos correspondientes a los anticuerpos maternos. Un bebé de una madre con grupo sanguíneo 0 puede desarrollar una enfermedad hemolítica en el recién nacido en cualquier embarazo. Una madre Rh-negativo puede desarrollar anticuerpos frente a los hematíes de su primer hijo Rh-positivo si no recibe ninguna profilaxis. Cualquier bebé Rh-positivo subsiguiente podrá verse afectado por los anticuerpos Rh de la madre. Afortunadamente, esta situación es actualmente rara, ya que se administra a todas las embarazadas Rh-negativo las inmunoglobulinas Rh (RhIg) para prevenir el desarrollo de los anticuerpos. Es importante hablar con el médico de todas las posibles situaciones que se puedan dar.
¿Hay algo más que debería saber?
Una prueba de antiglobulina directa positiva debido a una infección, a una reacción transfusional o a fármacos puede persistir positiva entre 48 horas y unos 3 meses. En el caso de que se trate de un trastorno autoinmune, la positividad se mantendrá seguramente durante toda la vida (crónico).
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Cribado de anticuerpos antieritrocitarios (prueba de Coombs indirecta)
Estados fisiológicos y enfermedades:
Enfermedad hemolítica del recién nacido
Artículos:
Transfusión de sangre - Banco de sangre
En otras webs:
Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH): Anemia
KidsHealth: La incompatibilidad de Rh durante el embarazo
National Heart, Lung, and Blood Institute (NIH): Anemia hemolítica
National Organization for Rare Disorders (NORD): Anemia, Hemolytic, Acquired Autoimmune
March of Dimes Fact Sheet: Rh disease
American Society of Hematology (ASH): Anemia
También conocido como: HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).