Hepatitis C

28/10/2020

También conocido como: VHC, anti-VHC, RIBA-VHC, PCR-VHC, ARN-VHC, carga vírica VHC, genotipo VHC

Nombre sistemático: virus de la hepatitis C

Aspectos generales

¿Por qué hacer el análisis?

Para detectar y diagnosticar una infección por el virus de la hepatitis C (VHC) y para monitorizar el tratamiento de la infección.

¿Cuándo hacer el análisis?

Con finalidades de cribado: si se presentan factores de riesgo de contraer la infección por el VHC.

Con finalidades diagnósticas: si existe la posibilidad de haber estado expuesto al virus de la hepatitis C, como por ejemplo mediante el contacto con sangre infectada; si se presentan síntomas asociados a enfermedad hepática.

¿Qué muestra se requiere?

La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.

¿Es necesario algún tipo de preparación previa?

Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.

¿Qué es lo que se analiza?

El virus de la hepatitis C (VHC) ocasiona una infección del hígado caracterizada por inflamación y daño tisular del órgano. Las pruebas para la hepatitis C son un conjunto de pruebas empleadas para detectar, diagnosticar y monitorizar el tratamiento de una infección hepática vírica del tipo C. La prueba más común es la que detecta en sangre anticuerpos producidos en respuesta a la infección por el VHC. Otras pruebas detectan la presencia del ácido ribonucleico (ARN) del virus, cuantifican este ARN vírico presente o determinan el subtipo específico del virus.

El VHC es uno de los cinco virus identificados hasta la actualidad causantes de hepatitis víricas (A, B, C, D y E). El VHC se propaga a través del contacto con sangre infectada, generalmente por compartir jeringuillas contaminadas para inyectarse drogas, aunque también por el hecho de compartir enseres personales contaminados con sangre como maquinillas de afeitar, por relaciones sexuales con una persona infectada, por exposición laboral en personal sanitario y, más raramente, de madre a hijo en el momento del parto. Antes de que se dispusiera de pruebas para detectar el VHC (1990), la infección podía adquirirse por transfusiones sanguíneas.

A pesar de que el VHC no es tan contagioso como el de la hepatitis B, no se dispone todavía de vacunas para prevenir su infección. La infección por el VHC constituye una causa común de enfermedad hepática crónica. Se estima que alrededor de un 85% de las personas infectadas por el VHC, una vez superada la fase de infección aguda, desarrolla la forma crónica de la infección.

Por otra parte, muchas de las personas infectadas por el VHC no saben que lo están y no presentan síntoma alguno. La infección aguda por el VHC puede producir pocos síntomas inespecíficos que además son leves, y la infección crónica puede tardar tiempo en producir lesiones hepáticas que comprometan la función del hígado, hasta una o dos décadas.

La infección por el VHC aumenta el riesgo de desarrollar otros trastornos:

  • Aproximadamente un 60-70% de las personas infectadas desarrollará una enfermedad hepática crónica.
  • Aproximadamente un 20-30% desarrollará cirrosis en los siguientes 20 años; algunas estimaciones recientes sitúan esta cifra en un 45%.
  • El VHC puede causar la muerte en 1-5% de las personas con infección crónica que han desarrollado cirrosis o cáncer de hígado.

Las pruebas para la hepatitis C que detectan anticuerpos frente al virus son útiles para realizar un cribado de la infección, por ejemplo: en personas con factores de riesgo pero sin signos ni síntomas, en personas con signos o síntomas de afectación hepática o en personas expuestas al virus. Como los niveles de anticuerpos (IgG) se mantienen en sangre una vez superada la infección, en caso de que el resultado sea positivo debe realizarse una prueba adicional en la que se evalúa el ARN del virus (se detecta material genético vírico). La detección del material genético vírico indica que el virus está presente en el organismo, que la infección no se ha resuelto y que es necesario instaurar un tratamiento. La prueba que analiza el genotipo del VHC determina qué tipo (cepa) de virus causa la infección y es de gran ayuda para establecer el mejor tratamiento.

¿Cómo se obtiene la muestra para el análisis?

Extracción de la muestra por punción de una vena del antebrazo.

¿Se requiere alguna preparación previa para asegurar la calidad de la muestra?

Para esta prueba no se requiere ninguna preparación especial.

Preguntas comunes

¿Cómo se utiliza?

Las pruebas para la hepatitis C constituyen un conjunto de pruebas empleadas para detectar, diagnosticar y monitorizar el tratamiento de una infección hepática vírica causada por el virus de la hepatitis C (VHC).

Para el cribado de la infección por el VHC se evalúa si existen anticuerpos frente al virus (anti-VHC). Si se detectan anticuerpos el resultado es indicativo de que se ha estado expuesto al VHC. No obstante, esta prueba no permite diferenciar entre una infección activa y una infección previa. Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan que todos los resultados de detección de anticuerpos del VHC positivos se comprueben con la prueba que evalúa el ARN vírico en sangre; si ésta es positiva es indicativo de que existe una infección activa.

Para diagnosticar una infección activa y para establecer el tratamiento y monitorizarlo, se pueden utilizar las pruebas siguientes:

  • ARN del VHC: se trata de una prueba cualitativa útil para distinguir entre infección activa y previa. Se expresa como “positivo” o “detectable” cuando se detecta ARN del virus de la hepatitis C; en caso contrario, el informe será “negativo” o “no detectable”.
  • Carga vírica o análisis cuantitativo del ARN del VHC: detecta y mide el número de partículas de ARN vírico en la sangre. Se suele utilizar antes y durante el tratamiento como ayuda para valorar la respuesta, comparando la cantidad de virus antes y después del tratamiento (habitualmente varias veces durante los tres primeros meses). Algunos nuevos procedimientos analíticos pueden detectar cantidades ínfimas de ARN del virus.
  • Genotipado del virus: determinación del tipo o genotipo.

En esta infografía se resumen las pruebas para diagnosticar la hepatitis C:

¿Cuándo se solicita?

Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan el cribado de las infecciones por el VHC mediante la detección de los anticuerpos frente al virus (anti-VHC) en los siguientes casos:

  • Inyección de drogas de abuso.
  • Receptores de una transfusión sanguínea o de un trasplante de órgano.
  • Receptores de concentrados de factores de coagulación elaborados antes del año 1987.
  • Diálisis prolongadas.
  • Niños nacidos de madres con resultado positivos en los análisis del virus de la hepatitis C.
  • Exposición al virus o contacto con otras personas infectadas por el VHC.
  • Profesionales sanitarios o de seguridad cuya sangre o mucosas hayan estado en contacto mediante pinchazos, cortes o salpicaduras con sangre contaminada con el virus de la hepatitis C.
  • Personas con evidencia de enfermedad hepática crónica.
  • Personas infectadas por el VIH.

El suministro de sangre se supervisa en España desde el año 1990 (Orden del Ministerio de Sanidad y Consumo de 3 de Octubre de 1990); si desea más información acceda a este enlace y todas las unidades de sangre que dan positivo para VHC son rechazadas. El riesgo actual de infección por VHC por transfusión sanguínea está cerca de 1 caso por cada dos millones de unidades transfundidas.

El análisis de los anticuerpos frente al VHC se realiza cuando existen alteraciones de las pruebas que conforman el perfil hepático o cuando existen signos o síntomas asociados a hepatitis. La mayoría de personas infectadas por el VHC no tiene síntomas o si los tiene son tan leves que no constituyen motivo para acudir al médico y realizar los estudios pertinentes. No obstante, entre un 10% y un 20% de individuos infectados presenta síntomas como fatiga, dolor abdominal, disminución del apetito e ictericia.

La prueba del ARN del virus de la hepatitis C se utiliza a menudo cuando la determinación de anticuerpos es positiva, para establecer si la infección aún está presente. El estudio del genotipo del virus puede realizarse para seleccionar el tratamiento. La determinación de la carga vírica del VHC se realiza: 1) al principio del tratamiento, 2) periódicamente para monitorizar la respuesta al tratamiento y 3) al final del mismo para valorar su eficacia.

¿Qué significa el resultado?

Los resultados de la detección de anticuerpos se suelen informar como "positivos" o "negativos". El análisis del ARN del VHC se informa con un resultado numérico. En caso de que no exista virus en sangre o que la cantidad de virus sea muy baja como para poder ser detectada, el resultado se informa como "negativo" o "no detectable".

La interpretación de las pruebas de la hepatitis C se muestra en la tabla siguiente.

En general, si la prueba de los anticuerpos frente al VHC (anti-VHC) es positiva, se puede concluir que existe  infección o que probablemente ha existido en algún momento infección por el virus de la hepatitis C.

Un resultado de la determinación del ARN del virus positivo confirma que existe una infección actual por el virus de la hepatitis C. Si no se detectan partículas víricas (ARN) puede ser que el individuo no tenga una infección activa o que el virus se encuentre en muy poca cantidad.

La carga vírica del VHC (ARN del VHC, cuantitativo) puede indicar si el tratamiento está siendo eficaz o no. Una carga vírica elevada o en aumento indica que el tratamiento no es efectivo mientras que una carga viral baja, en disminución o indetectable es indicativa de que el tratamiento funciona. Si el tratamiento funciona se produce una disminución del 99% o más de la carga vírica al poco tiempo de haberse iniciado el tratamiento (entre 4 y 12 semanas y finalmente la carga vírica acabará siendo indetectable. Según los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) la obtención de una carga vírica indetectable después de 24 semanas tras la finalización del tratamiento indica una respuesta al tratamiento.

El genotipado del VHC identifica qué tipo de virus de la hepatitis C produce la infección en el individuo y es de ayuda para instaurar el tipo y la duración del tratamiento adecuado. Existen como mínimo seis tipos distintos (genotipos) del VHC, numerados del 1 al 6; además, se han identificado al menos 50 subtipos adicionales. El genotipo 1 es el más común en España.

¿Hay algo más que debería saber?

Los anticuerpos frente al virus de la hepatitis C habitualmente no aparecen hasta varios meses después de una infección, pero se siguen manteniendo en sangre en las etapas posteriores de la enfermedad.

Si la enfermedad es muy leve, ¿por qué debería hacerme la prueba?

La hepatitis C a menudo conduce a hepatitis crónica, que puede progresar a cirrosis y cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular). La detección temprana del virus puede alertar al médico para que controle el funcionamiento de su hígado con mayor frecuencia de lo habitual y lo trate si tiene una infección crónica.

¿Se pueden utilizar otras pruebas para seguir la evolución enfermedad?

Sí, se utilizan pruebas de función hepática, como la alanina aminotransferasa (ALT) y la aspartato aminotransfersa (AST), para valorar la evolución de la lesión hepática. Las personas que están permanentemente infectadas por el virus de la hepatitis C (VHC), pero presentan siempre valores de ALT y AST normales, tienen probablemente una enfermedad hepática muy leve y es posible que no necesiten tratamiento. Es probable que se realicen pruebas de hepatitis A y hepatitis B, porque la infección con estos virus puede dañar aún más su hígado.

También pueden emplearse otras pruebas hepáticas como albúmina, bilirrubina y tiempo de protrombina (TP); generalmente el resultado de estas pruebas es normal a menos que la persona haya desarrollado ya cirrosis. Algunas veces, puede realizarse una biopsia hepática para establecer la gravedad de la lesión hepática.

¿Existe alguna vacuna contra el virus de la hepatitis C?

No, actualmente no se dispone de vacuna aunque se sigue investigando al respecto.

¿Es posible reinfectarse por el VHC una vez se ha superado una infección previa?

Sí, una infección previa por el virus de la hepatitis C (VHC) no protege frente a otra infección; una persona no se vuelve inmune al VHC. La mayoría de personas no presenta una respuesta inmune efectiva frente al virus. El hecho de que el virus de la hepatitis C sufra modificaciones a medida que se replica dificulta que el organismo pueda combatirlo.

¿Existe tratamiento para la infección por el virus de la hepatitis C?

Sí, actualmente se dispone de fármacos que pueden utilizarse para tratar la infección por el virus de la hepatitis C. Normalmente se emplea una combinación de fármacos y actualmente se están probando otros nuevos fármacos. Antes del año 2000, la infección crónica por el VHC se curaba tan solo en un 10% de los casos. Con los tratamientos actuales se alcanzan curaciones del 60-70 siempre que el tratamiento se instaure antes de que existan complicaciones graves de la enfermedad. La introducción de nuevos fármacos está evolucionando a un ritmo con el que seguramente se alcanzarán tasas de curación cercanas al 90%.

¿Puede realizarse algún tipo de análisis del virus en casa?

En los Estados Unidos existe un dispositivo aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) que permite recoger las muestras y enviarlas a un laboratorio donde serán analizadas. Los resultados de la prueba son confidenciales y proporcionados telefónicamente. Actualmente no puede realizarse ninguna determinación en casa.

¿Cómo puede avisarse de que se puede transmitir la infección a otras personas?

Una persona que presenta el ARN del virus de la hepatitis C detectable en sangre tiene la capacidad de transmitir la enfermedad a otras personas. La hepatitis C se transmite mediante la exposición a sangre contaminada. Entre las conductas que favorecen la exposición al virus y su transmisión se encuentran: compartir jeringuillas u otros dispositivos utilizados entre los consumidores de drogas de abuso como la cocaína o la heroína; el uso de material contaminado en tatuajes y perforaciones ("piercings"); exposición ocupacional de personal sanitario a jeringas u otros objetos punzantes contaminados; más raramente, por relaciones sexuales con personas infectadas que supongan desgarros tisulares y por transmisión del virus al bebé a partir de una madre infectada en el momento del parto.

Enlaces

Pruebas relacionadas:

Aspartato aminotransferasa (AST)

Alanina aminotransferasa (ALT)

Albúmina

Hepatitis A 

Hepatitis B 

Bilirrubina

Gamma-glutamil transferasa (GGT)

Perfil hepático

Perfil hepatitis aguda

Tiempo de protrombina (TP) y ratio internacional normalizado (INR)

Estados fisiológicos y enfermedades: 

Enfermedad hepática

Carcinoma hepatocelular

Cirrosis

Hepatitis

Artículos relacionados:

Las personas con hepatitis C e infección por el VIH presentan mayor riesgo de desarrollar complicaciones de la enfermedad hepática

En otras webs:

Organización Mundial de la Salud (OMS): Hepatitis C

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Hepatitis C

Familydoctor: Hepatitis C

Medline: Hepatitis C

MayoClinic: Hepatitis C

U.S. Department of Veterans Affairs: Hepatitis C

U.S. Department of Health and Human Services: Hepatitis Basic Information


También conocido como:
HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2

Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).                  

Pregúntenos

Thank you! Your submission has been received!
Oops! Something went wrong while submitting the form.
Pregúntenos image