También conocido como: triple test, cuádruple test, cuádruple screening, triple prueba, cribado prenatal del segundo trimestre del embarazo, estudio prenatal
Nombre sistemático: cribado prenatal del segundo trimestre del embarazo
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para establecer, durante el segundo trimestre del embarazo, el riesgo de llevar un feto con determinadas anomalías cromosómicas como el síndrome de Down (trisomía 21) o el síndrome de Edwards (trisomía 18), o un defecto del tubo neural como la espina bífida.
¿Cuándo hacer el análisis?
Normalmente entre las semanas 15 y 20 del embarazo.
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
¿Qué es lo que se analiza?
En el cribado prenatal del segundo trimestre del embarazo se miden diversas sustancias en la sangre materna, para poder detectar algunas anomalías fetales. La evaluación conjunta de todos los resultados permite determinar el riesgo de que un feto presente alguna anomalía cromosómica determinada o defectos del tubo neural como la espina bífida.
Entre las sustancias que se miden se incluyen las que se describen a continuación. Si se miden las tres primeras se habla de triple cribado mientras que si se incluye la cuarta, la inhibina A, se habla de un cribado cuádruple.
- La alfa-fetoproteína (AFP): es una proteína producida por el tejido fetal. Durante el embarazo, la concentración de AFP en la sangre fetal y en el líquido amniótico aumenta hasta la semana 12, para ir disminuyendo gradualmente hasta el momento del nacimiento. Parte de la AFP atraviesa la placenta y llega a la sangre materna. En algunos de los trastornos que pueden afectar al feto, la cantidad de AFP que sale al líquido amniótico es mayor y por lo tanto también aumentará su cantidad en la sangre materna. Esto permite detectar los defectos del tubo neural como una espina bífida. También se utiliza como parte del triple o cuádruple cribado o también de forma individual cuando el riesgo de tener el síndrome de Down y el síndrome de Edwards se han descartado mediante el cribado del primer trimestre o la prueba de ADN fetal en sangre materna. Según el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), la medida de la AFP permite detectar los defectos del tubo neural en un 85% de los casos.
- La gonadotropina coriónica humana (hCG): es una hormona producida por la placenta. Las concentraciones en la sangre materna aumentan durante el primer trimestre del embarazo y después disminuyen durante el resto del embarazo. En los fetos portadores de la trisomía 21 asociada al síndrome de Down, la hCG suele estar aumentada, mientras que en los portadores de la trisomía 18 asociada al síndrome de Edwards la hCG suele estar disminuida.
- El estriol no conjugado (uE3 por sus siglas en inglés): es una forma de estrógeno producido por el metabolismo del feto. Este proceso involucra a las glándulas suprarrenales, el hígado y la placenta. Parte del estriol no conjugado atraviesa la placenta y puede medirse en la sangre de la madre. Los valores de uE3 empiezan a aumentar alrededor de la octava semana y siguen aumentando hasta poco antes del parto. En los embarazos en los que el feto tiene un síndrome de Down o un síndrome de Edwards, el uE3 tiende a estar disminuido.
- La inhibina A: es una hormona producida por la placenta. La inhibina es un dímero (tiene dos partes) y por este motivo a veces se la conoce como inhibina A dimérica. Su concentración en sangre materna disminuye ligeramente entre las semanas 14 a 17, y después vuelven a aumentar. Los valores de inhibina A tienden a estar elevados en los embarazos cuando el feto tiene el síndrome de Down.
El hecho de incluir la inhibina A aumenta la sensibilidad y la especificidad del cribado del síndrome de Down. Según la ACOG, el triple cribado detecta el síndrome de Down en un 69% de los casos, mientras que el cuádruple cribado detecta el 81% de los casos.
Si los resultados del cribado son positivos, se debe realizar una prueba diagnóstica como la amniocentesis o la biopsia corial para confirmar o descartar el diagnóstico.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
El cribado del segundo trimestre del embarazo es útil para evaluar el riesgo de que un feto presente ciertas anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down (trisomía 21) o el síndrome de Edwards (trisomía 18), o bien los defectos del tubo neural, como la espina bífida o la anencefalia.
Estas pruebas se suelen combinar en el llamado cribado triple o cuádruple porque su utilidad es mayor cuando se usan juntos. Los factores como las concentraciones de estas sustancias (AFP, hCG, uE3 e inhibina A), la edad materna, la historia familiar, el peso y el hecho de ser o no diabética permiten calcular mediante una fórmula matemática un riesgo numérico para ciertas anomalías en el feto.
El cribado del segundo trimestre es uno de los posibles métodos de cribado prenatal para las anomalías fetales, junto con el cribado del primer trimestre o la prueba de ADN fetal en sangre materna.
Es posible que se mida la AFP de forma aislada, especialmente si se ha realizado previamente el cribado del primer trimestre o la prueba de ADN fetal en sangre materna para descartar las alteraciones cromosómicas. La AFP es útil para determinar el riesgo de que el feto presente defectos del tubo neural.
¿Cuándo se solicita?
La prueba se solicita normalmente entre las semanas 15 y 20 del embarazo.
¿Qué significa el resultado?
La interpretación de la prueba debería correr a cargo de un especialista en asesoramiento genético que pueda explicar el significado de los resultados, a la vez que ofrecer las posibilidades y opciones para el seguimiento.
Es importante recordar que estas pruebas de cribado no son diagnósticas de una anomalía fetal, sino que indican si el riesgo es normal o elevado. De todas las mujeres con resultado positivo en el cribado del embarazo, solamente unas pocas son portadoras de fetos con defectos del tubo neural o con anomalías cromosómicas.
En los embarazos con un feto portador de la anomalía cromosómica asociada al síndrome de Down (trisomía 21), la concentración de AFP y de uE3 tiende a estar disminuida, mientras que la hCG y la inhibina tienden a estar aumentadas.
En los embarazos con un feto portador de la anomalía cromosómica asociada al síndrome de Edwards (trisomía 18), la concentración de uE3 y de hCG está disminuida y la concentración de AFP puede ser variable.
Si existe un defecto del tubo neural, existe una abertura en la columna vertebral o en la cabeza que permiten el paso de más cantidad de AFP hacia la sangre de la madre. El resto de las sustancias o marcadores no se emplean para establecer el riesgo de los defectos del tubo neural.
Si el cribado resulta positivo, son necesarias pruebas diagnósticas para confirmarlo. Estas incluyen, junto con una ecografía de alta resolución, la amniocentesis o la biopsia corial seguidas de un estudio cromosómico. Estas pruebas permiten a las mujeres y a los médicos una toma de decisiones informada respecto al embarazo.
No todas las anomalías fetales se detectan mediante este cribado.
¿Hay algo más que debería saber?
El resultado de la prueba depende mucho de que se pueda determinar de manera exacta la edad gestacional del feto. Si la edad gestacional calculada no es correcta, los resultados pueden estar falsamente elevados o falsamente disminuidos.
En las gestaciones múltiples, el cálculo del riesgo del síndrome de Down o del síndrome de Edwards resulta difícil. Para los embarazos gemelares, puede calcularse un "pseudo-riesgo" comparando el resultado con los valores en los embarazos gemelares normales.
La evaluación del riesgo de los defectos del tubo neural en embarazos gemelares sí puede determinarse, aunque no resulta tan efectivo como en los embarazos únicos. En el caso de las mujeres en etapas más avanzadas del embarazo, no se puede calcular el riesgo mediante este cribado.
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) no recomienda el cribado del segundo trimestre si ya se ha realizado el cribado del primer trimestre del embarazo, ya que el riesgo de síndrome de Down o de Edwards ya ha sido evaluado, quedando relegado para las situaciones en que la embarazada acuda fuera de los límites para la realización del cribado del primer trimestre.
¿En qué consiste el síndrome de Down?
El síndrome de Down es una anomalía cromosómica en la que el individuo tiene una copia extra del cromosoma 21 (trisomía 21). Esta enfermedad afecta a 1 de cada 600-700 nacidos vivos al año en el mundo y 1 por cada 2.000 nacidos vivos en España en el año 2012, con tendencia descendente. Este síndrome ocasiona cierto retraso mental y problemas relacionados con el desarrollo o crecimiento. Además, se asocia a alteraciones cardíacas congénitas, a problemas respiratorios, de audición, leucemia y enfermedades tiroideas. Muchas de las complicaciones del síndrome de Down tienen tratamiento y la expectativa de vida de estas personas ha aumentado considerablemente en los últimos años.
¿En qué consiste el síndrome de Edwards?
En el síndrome de Edwards se tiene una copia extra del cromosoma 18 (trisomía 18). Igual que sucede con el síndrome de Down, el riesgo de llevar un feto con un síndrome de Edwards es mayor a medida que aumenta la edad materna. El síndrome de Edwards se asocia a múltiples anomalías y suele ser fatal; los recién nacidos no suelen sobrepasar el año de edad. Esta anomalía es mucho menos frecuente que el síndrome de Down, afectando a 1 de cada 6.000 recién nacidos vivos en el mundo. Para más información, consultar la web de la Asociación Trisomía 13, Trisomía 18 y otras malformaciones genéticas graves.
¿En qué consiste un defecto del tubo neural?
Los defectos del tubo neural son defectos congénitos graves en los que el cerebro, la médula espinal o las membranas que los recubren no se desarrollan completamente. Aparecen ya en las fases iniciales del embarazo y repercuten sobre el desarrollo del feto; pueden ocasionar complicaciones de diversa gravedad para toda la vida. Existen varios tipos de defectos del tubo neural, pero los más frecuentes son:
- Espina bífida: es el defecto del tubo neural más común y aparece cuando el tubo neural no se cierra correctamente en algún tramo de la columna vertebral.
- Anencefalia: ocurre cuando el tubo neural no se cierra adecuadamente a nivel de la cabeza. En consecuencia, se produce un desarrollo incompleto de gran parte del cerebro y del cráneo.
¿Qué se puede hacer durante el embarazo para prevenir los defectos del tubo neural?
Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan que cualquier mujer en edad fértil (15-45 años) debería ingerir 0,4 mg (400 microgramos) de ácido fólico al día, ya que muchos embarazos no son planificados y los defectos del tubo neural se dan en fases muy precoces del embarazo, antes de que la mujer sepa que está embarazada. La dosis puede ser incluso superior en las mujeres con un riesgo muy elevado, por ejemplo, en las que ya han tenido un bebé con un defecto del tubo neural. El ácido fólico se puede obtener de los alimentos enriquecidos con ácido fólico, de los suplementos o con una dieta equilibrada. Para más información, consultar el artículo de los CDC sobre el ácido fólico.
¿Existen otras pruebas de cribado no invasivas para estos trastornos?
Se ha desarrollado recientemente otra prueba conocida como ADN fetal en sangre materna (cffDNA, por sus siglas en inglés) para la que solamente se requiere una muestra de sangre de la mujer embarazada y puede ser utilizada para el cribado de algunas anomalías cromosómicas fetales, incluyendo el síndrome de Down, el síndrome de Edwards y el síndrome de Patau (trisomía 13). Puede realizarse a partir de la semana 10 del embarazo. Sin embargo, no permite detectar los defectos del tubo neural como la espina bífida o la anencefalia. Las pruebas diagnósticas invasivas, como la amniocentesis o la biopsia corial siguen siendo necesarias para confirmar los resultados del cffDNA.
¿Una mujer embarazada puede realizarse los cribados del primer y segundo trimestre en un mismo embarazo?
Existen diferentes enfoques para la realización del cribado prenatal en función de las pruebas disponibles en cada laboratorio o la etapa del embarazo en la que se realiza la primera consulta. Estas opciones incluyen:
- Cribado combinado del primer trimestre del embarazo: emplea la proteína plasmática asociada al embarazo A (PAPP-A), la gonadotropina coriónica humana (hCG) y la ecografía de la translucencia nucal, seguida de la prueba de la alfafetoproteína (AFP) o una ecografía en el segundo trimestre para descartar los defectos del tubo neural.
- Cribado del segundo trimestre (triple o cuádruple): es la única prueba de cribado realizada en los casos en que las pacientes no acudieron al médico durante el primer trimestre.
- ADN fetal libre en sangre materna: puede realizarse en el primer o segundo trimestre utilizando una muestra de sangre materna, junto con la medición de la AFP o la ecografía en el segundo trimestre, para descartar los defectos del tubo neural.
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) no recomienda el cribado del segundo trimestre si ya se ha realizado el cribado del primer trimestre del embarazo, ya que el riesgo de síndrome de Down o de Edwards ha sido evaluado, quedando relegado a las situaciones en que la embarazada acuda fuera de los límites para la realización del cribado del primer trimestre. Sin embargo, en algunos casos se pueden utilizar protocolos diferentes y realizar ambos cribados:
- Cribado integrado: se realizan ambos cribados (primer y segundo trimestre) y no se informan los resultados hasta tener todos estos datos.
- Cribado secuencial: se realiza el cribado del primer trimestre y, si este informa un riesgo elevado de síndrome de Down o de síndrome de Edwards, se realizará una prueba diagnóstica como la amniocentesis o la biopsia corial. Si no se obtiene un riesgo alto, se realizará el cribado del segundo trimestre para evaluar sus resultados en conjunto con los del primer trimestre.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Estudio cromosómico (cariotipo)
Cribado del primer trimestre del embarazo
Análisis del líquido amniótico
Gonadotropina coriónica humana (hCG)
Estados fisiológicos y enfermedades:
En otras webs:
National Human Genome Research Institute (NIH): Anomalías Cromosómicas
Down España: El Síndrome de Down
Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER)
Genetic and Rare Diseases Information Center (GARD): Chromosome Disorders
También conocido como: HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).