13/11/2019
Durante el año 2019 los grandes organismos mundiales se han hecho eco del problema mundial que supone la presencia de microplásticos en el medio y, desde la OMS, en agosto se solicitó una evaluación exhaustiva del efecto que este hecho pudiera tener sobre la salud de las personas: por el momento, se conoce que las partículas de plástico superiores a 150 micras no suelen ser absorbidas por el organismo, sin embargo, se desconoce el efecto que las nanopartículas puedan tener sobre la salud.
La contaminación por plásticos no es excluyente del medio marino, aguas dulces o terrestre. En ese sentido, incluso en las casas se han encontrado fibras plásticas pululando en el polvo doméstico y llegando a nuestros alimentos preparados en el hogar, tal y como muestra un estudio de la universidad Heriot-Watt y que se recoge en la revista Environmental Pollution.
Los plásticos han llegado a lo más profundo del planeta. Como prueba, Víctor Vescoso, que consiguió el record mundial de inmersión llegando a una profundidad de 10927 metros en la Fosa de las Marianas, observó envoltorios de caramelos y una bolsa de plástico en el fondo marino.Y es que al año se vierten en los océanos 13 toneladas de plásticos de los 300 millones de toneladas al año que se producen a nivel mundial.
La universidad de New Castle está realizando más de 50 estudios sobre la contaminación por plásticos en humanos, sobre todo a través del agua de consumo, y en un estudio realizado por Dalberg y solicitado por la Organización Mundial de la Conservación (WWF) se cuantificó el consumo de microplásticos por persona y mes en 21 gramos.
A pesar del filtrado y tratado de las aguas potables, se encuentran partículas de plástico de menos de una micra en el agua de consumo y se han detectado el doble de dichas partículas en Estados Unidos e India con respecto a Europa o Indonesia. En los alimentos los registros más altos se han encontrado en el marisco, la cerveza y la sal.
Además de la posible afectación a la salud de las personas, los microplásticos suponen un enorme problema ecológico que causan la destrucción de hábitats y la muerte de numerosas especies por enmallamiento. Asimismo, generan un elevado gasto económico: el programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que el coste del vertido de plásticos en la economía marina es de 8000 millones de dólares anuales.
Como medidas de freno, el Parlamento Europeo aprobó una normativa que prohibirá los plásticos de un solo uso a partir del 2021 en toda la Comunidad Europea, y en la Universidad de Portsmouth se están realizando estudios con una bacteria que contiene un enzima similar a la cutinasa y que es capaz de descomponer la molécula de teroftalato de polietileno (PET), el componente mayoritario usado en los plásticos.
Bibliografía
Medio Ambiente: El G20 creará un marco para pedir medidas a los países que reduzcan el vertido de los plásticos en el mar (acceso en noviembre de 2019)
Organización Mundial de la Salud (OMS): La OMS anima a investigar sobre los microplásticos y a reducir drásticamente la contaminación por plásticos (acceso en noviembre de 2019)
Un submarinista encuentra una bolsa de plástico a 10.927 metros de profundidad (acceso en noviembre de 2019)
Low levels of microplastics (MP) in wild mussels indicate that MP ingestion by humans is minimal compared to exposure via household fibres fallout during a meal (acceso en noviembre de 2019)
How Much Microplastics Are We Ingesting?: Estimation of the Mass of Microplastics Ingested (acceso en noviembre de 2019)
Academic reveals more than 100 tiny plastics in every meal (acceso en noviembre de 2019)
Crean una enzima mutante que "se come" el plástico (acceso en noviembre de 2019)