15/03/2021
Ha pasado un año desde que el SARS-CoV-2 y su enfermedad la COVID-19 irrumpieron en nuestra sociedad, creando una pandemia solamente comparable a la que causó la mal llamada “gripe española” en el siglo pasado.
La ciencia y la tecnología han luchado sumando esfuerzos en todos los países para buscar una solución a esta pérdida de vidas y salud.
Por las investigaciones realizadas a nivel mundial se han conseguido importantes logros como: publicación de gran número de estudios sobre el tema, creación de más de 200 vacunas, confirmación de la seguridad, confianza y eficacia de las vacunas de ARNm, conocimiento de que la respuesta inmune es algo duradera, disponer de tratamientos eficaces para los casos graves.
Cuando una persona se infecta por el SARS-CoV-2 no siempre se recupera totalmente, existiendo un grupo de pacientes que siguen durante semanas o meses con síntomas prolongados y recurrentes. No se ha definido con precisión en qué consiste la COVID persistente, pero parece afectar a un grupo importante de personas y está teniendo un importante impacto. El virus llegó, pero parece que quiere quedarse entre nosotros.
No se conoce la causa que lo produce, aunque se piensa que el virus podría quedarse en algún reservorio del organismo o bien tendría relación con las alteraciones inmunitarias que produce la propia enfermedad.
Cuando se intentan recoger los síntomas que produce la COVID persistente la lista es muy larga y extensa, aunque se ha hablado con frecuencia de la “niebla mental”, que incluye muchos síntomas relacionados con el deterioro cognitivo, las alteraciones de la memoria o bien los problemas relacionados con el aprendizaje y la concentración. Sin embargo, los síntomas son muchos y afectan a prácticamente todos los órganos del cuerpo.
La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) realizó una encuesta en el año 2020 en el colectivo de pacientes afectados por COVID persistente (@longcovidACTS). Los síntomas duraban más de 12 semanas, el grupo estaba formado por 1.834 pacientes, con edad media de 43 años y sus síntomas duraban alrededor de 6 meses. Describen más de 200 síntomas, destacando el cansancio, malestar general, dolor de cabeza, bajo estado de ánimo, dolores musculares, disnea, dolores articulares y también en el pecho y espalda y falta de concentración. A muchos de ellos les costaba atender sus obligaciones diarias.
La SEMG junto con otras 27 sociedades científicas y con los colectivos de pacientes han elaborado un proyecto colaborativo orientado a la atención de estos pacientes, para proporcionar una respuesta sanitaria adecuada, llamado el Proyecto Marco 19. Incluso han establecido un Kit de Atención Básica al Paciente con enfermedad COVID-19 Persistente, donde se incluyen las diferentes pruebas recomendadas (incluyen 7 apartados). Esperemos que se puedan controlar y atenuar estos síntomas y mejoremos la salud de los pacientes que padecen esta patología crónica emergente, que el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha incluido en la información científica- técnica de la enfermedad por coronavirus.
Bibliografía
Diez buenas noticias sobre el coronavirus (un año después)(acceso el 27 de febrero de 2021)
Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia: Infografía COVID persistente (acceso el 27 de febrero de 2021)
Kit de Atención Básica al Paciente con enfermedad COVID-19 Persistente (SEMG) y colectivo de pacientes (acceso el 27 de febrero de 2021)
Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia: Proyecto MARCO-19 (acceso el 27 de febrero de 2021)
Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social: Enfermedad por SARS-CoV-2 (COVID-19) (acceso el 27 de febrero de 2021)