22/09/2020
Han pasado muchos meses desde el inicio de la pandemia producida por el coronavirus SARS-CoV-2 y en estos momentos parece difícil esperar que su desaparición sea todo lo rápida que desearíamos; por ello las expectativas nos indican que tendremos que convivir con el virus durante un tiempo. La aparición de los diferentes brotes obliga a realizar un aluvión de pruebas de PCR mediante los frotis nasofaríngeos, con todos los inconvenientes que esto plantea, por ello la ciencia investiga y busca otras opciones.
Concretamente, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) considera que los cribados indiscriminados dan poca información y gastan recursos y esfuerzos de los servicios de Microbiología.
La realización de la prueba en saliva elimina la necesidad de hisopos nasofaríngeos, que han sido escasos en ocasiones y elimina la incomodidad del paciente por la toma de muestra con un hisopo. La muestra de saliva la recoge uno mismo bajo la observación de un profesional de la salud, por lo que también podría reducir potencialmente el riesgo para los responsables de la recogida de las muestras.
Actualmente la U.S. Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado ya 5 pruebas para realizar en saliva. Recientemente se ha publicado un estudio en The New England Journal of Medicine donde realizan un estudio comparativo entre los resultados obtenidos mediante la PCR realizada por la técnica considerada como estándar y los resultados obtenidos con la saliva. El estudio hecho con 70 pacientes ingresados revelaba que el número de copias detectadas en saliva eran incluso mayores que en el frotis nasofaríngeo. Entre los días 1 y 5 después de la infección se encontraron resultados concordantes, que hacen pensar que la muestra de saliva presenta una sensibilidad comparable a la PCR.
También se realizó un estudio con 495 personas asintomáticas detectando 13 positivos mediante la saliva y solo 7 con la PCR, aunque posteriormente los 13 fueron positivos confirmados mediante la PCR; esto explicaría los falsos negativos que a veces se obtienen con esta técnica.
Por ello, la saliva podría considerarse una alternativa interesante, que también han evaluado algunos investigadores del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) Margarita Salas buscando una solución que proporcione una respuesta en unos segundos y muy precozmente. Es un pequeño biosensor portátil de grafeno que al introducir la saliva detecta la presencia de la enfermedad, incluso antes de que el paciente presente los primeros síntomas de la enfermedad.
Las investigaciones avanzan y posiblemente en un plazo corto podamos disponer de pruebas fáciles, rápidas y sencillas que nos permitan controlar la pandemia de forma adecuada, ya que la realización de pruebas a un número elevado de personas está considerada como una herramienta muy útil para el conocimiento de la evolución de los contagios y el control de los casos.
Bibliografía
Wyllie AL, John Fournier J, Casanovas-Massana A, Campbell M, Tokuyama M, Vijayakumar P, et al. Saliva or Nasopharyngeal Swab Specimens for Detection of SARS-CoV-2. N Engl J Med 2020; 382: 1177-9
Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC)
Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC)